Decretando el servicio militar obligatorio

DECRETANDO EL SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO.  

Escrito por: Francisco Tudela.

El servicio militar obligatorio fue un invento de los jacobinos de la Revolución Francesa, para enfrentar a Europa y llevar la guerra revolucionaria más allá de sus fronteras.

Inicialmente, los ejércitos revolucionarios franceses estaban formados por voluntarios. Por ejemplo, el himno del contingente de voluntarios de Marsella devino en el himno nacional de Francia, “La Marsellesa”. Su letra nos dice mucho sobre el espíritu de esos ejércitos:

“A las armas ciudadanos

Formen sus batallones,

¡Marchemos, Marchemos!

Que una Sangre impura,

Riegue nuestros surcos.”

Pronto los franceses se cansaron de regar con su sangre pura los campos de batalla de Europa y el flujo de voluntarios cesó. Confrontados con la ausencia de soldados, la Convención Nacional – investida de poderes dictatoriales -, decretó la “Leva en Masa” del año II, en 1793, que obligó a 300,000 franceses entre los 20 y los 25 años a ir a la guerra.

Así fue inventado por la Revolución francesa el Servicio Militar Obligatorio, que no hubiese podido implementarse de no ser por El Terror y la dictadura de la Convención Nacional.

Luego, los jacobinos teorizaron y llegaron a la conclusión de que así como el ciudadano debía votar, también estaba obligado a llevar un fusil para la república. Del Servicio Militar Obligatorio, los jacobinos franceses derivaron el concepto de “La Nación en Armas” y lo incorporaron al arsenal de la filosofía liberal.

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De la idea contractualista de “La Nación en Armas” como obligación ciudadana común, se llegó rápidamente a una ley permanente para levar cada año un “contingente de sangre” para los ejércitos.

En 1798, los revolucionarios franceses aprobaron la Ley Jourdan – Delbrel, “Ley de conscripción universal y obligatoria”, la cual, en muy corto plazo, sería utilizada por un general ambicioso, Napoleón Bonaparte, para levantar sus formidables ejércitos y dejar enterrados en los surcos de Europa a un millón de jóvenes soldados franceses, de entre 20 y 25 años de edad.

El Mundo imitó a Francia y puso a prueba el Servicio Militar Obligatorio durante dos siglos, llevando a la muerte a decenas de millones de jóvenes y haciendo nacer la Era de las Masas, en cuyo apogeo vivimos hoy. Los líderes de la Revolución Francesa habían descubierto un gran activo para el poder nacional: la energía y el idealismo de chicos que no eran capaces todavía de imaginar el verdadero significado de la muerte.

En Francia, el Servicio Militar Obligatorio fue suprimido en 1997. En el Perú, también fue suprimido, en el año 1999.  Las razones de la supresión eran evidentes por sí mismas: la guerra había regresado a ser un oficio altamente profesional, debido a la sofisticación y precisión de las armas modernas que hacían inútiles grandes e inexperimentados cuerpos de tropa. La experiencia de la Guerra del Cenepa, en 1995, así lo demostró.

Así mismo, criterios respecto a los derechos de los ciudadanos intervinieron también en la supresión del Servicio Militar Obligatorio. La “Ley del Servicio Militar” del Perú decía en su Art. 6° que se prohibía el reclutamiento forzoso.

Hoy se intenta restaurar de soslayo en el Perú, mediante el Decreto Legislativo N° 1146, el Servicio Militar Obligatorio, pero el motivo no es la supervivencia nacional frente a una gran guerra extranjera, sino uno absurdamente banal y subalterno: que las propinas pagadas a los soldados no son atractivas y por consiguiente ya no hay voluntarios.

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Si el problema es la falta de dinero, las cifras publicadas por el Ministerio de Economía y Finanzas al cierre del año 2012 muestran que las regiones del Perú recibieron S/. 4,592 millones de soles, incluyendo el canon, sobrecanon, regalías, renta de aduanas y participaciones. De ese total, las regiones no ejecutaron el año pasado  S/. 1,693 millones de soles.

Los dineros anualmente no ejecutados por las regiones deben convertirse en la contribución regional a la Defensa Nacional. No cabe duda de que con ese dinero se podría pagar generosamente a todos los voluntarios de nuestras FF.AA., sin que sea necesario reinstaurar una obligación militar que en su momento fue considerada caduca.

La guerra contemporánea no necesita conscriptos, sino fuerzas armadas profesionales y tecnológicas altamente preparadas.

Fuente: http://www.franciscotudela.com/2013/03/decretando-el-servicio-militar-obligatorio/