Revista Diario

Decretar, decretar, decretar...

Publicado el 28 junio 2016 por Ohgoddess
Decretar, decretar, decretar...Estoy contenta porque al inicio de este año decrete, decrete y decrete que haría 3 viajes fuera del Perú. Uno con mi madre a México (ya lo hice!) otro con mi novio a Europa (Check) y finalmente otro sin destino concluso con quien desee mi compañía en esa aventura (ese todavía no se concreta).  Y haciendo una evaluación en retrospectiva, creo que todo lo que he decretado con sabiduría y de corazón se ha realizado. Hace mucho leí por ahí que todos podemos tener la vida que queremos. Nuestro propósito en la vida como seres luminosos es tener experiencias terrenales y esas experiencias no deben ser siempre negativas (o no debemos verlas siempre como negativas). Y aunque muchos prefieren apuntar siempre a que las cosas negativas les pasan por mala suerte o por Kharma, creo yo en realidad que suceden, tal vez, por dos motivos.
  1. Porque a este mundo hemos venido a aprender y cuando no aprendemos la vida nos repite la lección una y otra vez o
  2. Porque en realidad no tenemos el valor de decretar (con el corazón y sabiduría) aquello que necesitamos para ser felices,
Generalmente nos quejamos mucho de lo que nos sucede y somos poco congruentes con lo que tenemos. Deseamos cosas y personas que nos brindaran una satisfacción inmediata pero que a largo plazo no son sostenibles y en nuestro desconsuelo estamos convencidos que estas cosas solo nos suceden porque sí; no que nosotros tomamos decisiones o alargamos situaciones que nos llevan a ese punto donde no queremos estar, sino solo porque pasan. La Ley de Atracción dice que se te dará lo que sea que tenga tu atención. Y si te estás quejando de cuán malo es algo, lo que estás creando es más de ese algo que es malo.

La vida es una lección larga de aprender y muchas veces nos perdernos en el día a día y nos somos conscientes de las bendiciones que tenemos, solo vemos lo malo y por qué no nos merecemos lo que nos sucede. No desmenuzamos las situaciones, ni internalizamos las lecciones. Hace algún tiempo, alguien me dijo: “El día que seas menos crítica y dura contigo misma te parecerá que la vida también ha dejado de serlo contigo”. No es una tarea sencilla, aunque decirlo sea fácil. Para lograrlo hay que estar plenamente consiente todo el tiempo de nosotros mismos, casi casi vigilantes de nuestras propias conductas nocivas, pero doy fe que en la medida que se intenta resulta. La receta que les voy a dejar, creo que puede darle a resultado a cualquiera. A cualquiera que de corazón quiera un cambio en su forma de ver la vida y que repercutirá en su forma de vivirla. No la he inventado yo, ni nadie. Es como preguntarse quién invento las buenas acciones en el mundo. Es un conocimiento universal que todos en el fondo sabemos, pero que muy poco recordamos y generalmente no practicamos o no practicamos de forma consiente (las costumbres se crean cuando se practica de forma consiente una acción) y las leyes del universo para la prosperidad te piden que seas consiente de tu lugar en este mundo y como tus acciones pueden influir positivamente en la vida de los demás y por añadidura en la tuya. Así queeeee tome nota:

  • Dar gracias por todo lo que nos sucede (creamos que es malo o bueno): Digo creamos porque no siempre las cosas son lo que parecen. La gente que nos rodea no siempre está ahí para enseñarnos como debemos ser, sino también para enseñarnos como NO debemos ser. Así sucede con las situaciones también que siempre deben darnos lecciones. Cuando solo nos dedicamos a buscar culpables o explicaciones de porque nos pasó tal o cual cosa, no victimizamos y no aprendemos la lección de que “hicimos nosotros” para ponernos en ese predicamento, entonces pasa lo que tiene que pasar: repetimos la lección.
  • Decretar: Esta palabra viene del latín decretare y significa darle poder a una persona. Entonces cuando decretamos algo estamos empoderándonos para conseguir lo que necesitamos para ser felices. Escucharon esa frase de que “la palabra tiene poder” o que “la mente tiene poder” pues estoy segura (y en el fondo tú también) que son frases ciertas; por eso siempre se decreta en positivo para no ser los portadores (con nuestro deseo) de algún daño al prójimo (ahí si hay Kharma).
  • Escribe y léelo: Todo lo que está llegando a tu vida tú lo estás atrayendo a tu vida. Y lo atraes a ti en virtud de las imágenes que mantienes en tu mente. Cuando escribes en papel lo que necesitas para ser feliz (pedir con sabiduría) y lo lees (pedir con el corazón) estas conectando lo abstracto (tus pensamientos) con lo concreto (lo escrito) y abriendo la puerta para que llegue a tu vida.
  • Visualiza:Todo lo que existe y permanece en nuestra vida, existe y permanece porque antes estuvo en nuestra mente. Si solemos concentrarnos en lo malo que nos sucede, como lo vas a sacar de tu vida? Nos pasamos el tiempo pensando en lo que no nos resulta (no sabemos soltar) entonces, hay que tomarnos varios minutos al día o horas en pensar en lo que has decretado y darlo por hecho (de corazón y sabiamente).
  • Confianza y optimismo: Sé que son difíciles de fomentar. En una sociedad donde todo y todos debemos controlar y estar bajo control es difícil, pero necesario. Es el primer paso de todos y el más difícil, tener la seguridad de que algo que necesitamos para ser felices suceda (confianza) y juzgar las cosas en su aspecto más positivo o más favorable (optimismo) es la base para saber recibir.
Finalmente, con este post no quiero que piensen que yo ando por la vida “peace and love” o diciendo “Námaste” a diestra y siniestra. Soy una persona normal que “intenta todos los días ser una buena persona, aunque haya días que no pueda” pero ahí está lo determinante “en la percepción de la imperfección, está la perfección” para encontrar el equilibrio que a veces creemos que nuestra vida no tiene, cuando en realidad lo que pasa es que conscientemente no la buscamos.

Decretar, decretar, decretar...




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