Cuando empecé con el mundo de la informática lo suyo era tener programas, cuantos más mejor. Pronto te veías obligado a comprar un nuevo aparato. Miles de opciones, multitarea y menús de inicio se unieron para finiquitar MS DOS cuando Windows inició a asomar su patita. Todo era muy excitante, con un pc podías hacer cualquier cosa y todo a la vez. Llegamos a Internet y nos empezamos a bajar cosas, por el simple hecho de que podíamos. Libros primero -sí libros-, luego música y más tarde películas se peleaban por el corto espacio de nuestros discos duros. Una fortuna se nos iba en CDs y luego DVD que pocas veces -o nunca- veíamos. Con unos ordenadores con los que ni soñaban en Star Trek no nos bastaba para perder ociosamente el tiempo.
Hasta que dije se acabó. Mi ordenador tiene un disco duro de 120 GB, de los que uso 36. Me he quedado con lo que de verdad uso, todo lo demás o está en un disco externo, en dropbox o borrado. Trabajo muy rápido con las aplicaciones que tengo, que responden a lo que necesito y nada más. Nunca he sido tan feliz con mi sistema.
No es sólo para manzanas
Aunque por alguna razón el minimalismo se ha asociado al mundo del mac, lo cierto es que los usuarios de Linux tenemos recursos que no tienen nada que envidiar a los de la manzanita, y gratis. Windows no se muestra demasiado amigable a una forma de trabajar minimalista, pero lo cierto es que el usuario con la disciplina apropiada puede mejorar su forma de actuar. De hecho casi todas las herramientas y aplicaciones desarrolladas para Linux han sido transplantadas a Windows, o tienen su equivalente.
A lo que voy es que lo primero que debes minimizar eres tú. Si no estás dispuesto a borrar nada, este artículo no es para tí.
Mi escritorio
En mi escritorio no hay nada. El panel de tareas (con los menús de Inicio, Lugares y Sistema) se oculta automáticamente. Para ello basta botón derecho en el panel -> Propiedades -> Ocultar Automáticamente. De esta manera sólo aparece cuando me acerco con el ratón. Además lo he dejado a su mínima expresión, sin ninguno de los “iconitos” que sirven de atajo para lanzar programas.
¿Qué para que uso mi escritorio? Los usuarios de GTD me entenderán si digo que de “Bandeja de Entrada”. Los archivos nuevos los bajo ahí, cualquier cosa que no sé aún donde poner va también al Escritorio. Pero no dejo que se queden ahí. Aplico uno de los hábitos que adquirí practicando GTD: clarifico y proceso rápidamente. Tan pronto como puedo decido si es algo que debo leer y borrar (la mayoría de las veces) o archivar y en este caso van a la carpeta correspondiente.
Encontrando cosas: GnomeDo
GnomeDo es una aplicación que permite acceder a los programas, carpetas y archivos a través del teclado. Con una combinación de teclas (que puedes cambiar a gusto) salta una pequeña pantalla. Escribes y según tecleas la aplicación te ofrece programas o archivos por el orden de frecuencia con que los usas. Por ejemplo, en mi caso, con teclear la C me sale Chromium. En el caso de archivos de música o video basta teclear el nombre de la canción (normalmente basta con una parte) para que se ponga a funcionar. Genial.
En Ubuntu hay la posibilidad de tener un dock como en Mac. No lo tengo porque después de probarlo ví que no lo necesito. GnomeDo me funciona muy bien porque tengo pocos programas y archivos y no necesito el dock para nada.
Navegación Minimalista
Navego con Chromium, del que Google Chrome es una versión idéntica en la práctica . A éste programa le he hecho un par de adaptaciones minimalistas. En primer lugar me he desprendido de las “páginas más visitadas” y “cerradas recientemente” que aparecen cuando abres una pestaña vacía. Basta con hacer cliq sobre la equis y se van abajo, a una lista desplegable que casi desaparece de la vista. La mayoría de la pantalla aparece en blanco y eso me gusta mucho.
En chrome://settings/personal he elegido “Ocultar la barra de título y usar bordes compactos” en chrome://settings/advanced he puesto como carpeta de descargas el escritorio (desktop).
Tengo instaladas dos extensiones: karmacracy, que me permite compartir enlaces rápidamente en twitter y facebook a la vez y que encontré merced a @jmbolivar y evernote, que sirve casi para todo.
Más minimalista que google.
Uso gmail, con la extensión Minimalism for Gmail, con las opciones más salvajes, como ya os hablé en su momento. Con ella y los consejos de Valedeoro consigo tener la bandeja de entrada limpia.
Una extensión similar la uso para google Calendar. Para implementar GTD uso el Calendar conjuntamente con… bueno en realidad estoy dudando entre GTDagenda y getpaprika. La segunda requiere más disciplina a la hora de aplicar GTD, pero es mucho más eficiente dado que todo se maneja con el teclado y flexible (y por ello hace falta más disciplina).
Desgraciadamente todavía no se ha escrito la aplicación GTD perfecta y no queda más remedio que apañarse cominando varios medios. Ahora mismo, además de google Calendar y getpaprika, además evernote y una libretita. ¿Qué con un móvil de última generación no necesitaría libretita? Pues sí, pero resulta mucho más caro, muchas gracias.
Escribiendo
Para escribir uso Pyroom (En windows recomiendo javadarkroom), pero le he cambiado las preferencias (CTRL+P) quitando la marca de “Display Show Border”, la fuente que se muestra es Verona Serial (una de pago que compré para mi juego de rol Newsies & Bootblacks y ya que la tengo y me gusta) con el tamaño 16, que me gustan mis ojos, muchas gracias. En la pestaña Theme he puesto como Background, Border color y Textbox background el verde oscuro de las pizarras (#4D7F4E) y como color de texto (Text Color) el blanco (#FFFFFF) Height y Width (Altura y Anchura) están al 70% y el Padding (“relleno”) fijado a 8.
Pyroom muestra una pantalla limpia, completamente limpia de menús y opciones. Sólo verás el texto que escribas. ¿Abrir un archivo? Ctrl O ¿Cerrar? Ctrl W ¿Grabar? Ctrl S ¿Contar palabras e información del archivo? Ctrl I ¿Para todo lo demás? Ctrl H, que muestra la ayuda.
Por cierto Pyroom da como resultado un archivo de texto plano. Si deseas transformar eso en un texto bonito habrás de usar LyX o un procesador de texto convencional. Dado que lo que escribo acaba casi siempre en Internet yo apenos los uso, salvo en mi trabajo, porque la Adminstración Pública sigue apegada al papel.
Blogueando
Para bloguear, que es infinitivo heterodoxo uso también Pyroom con los códigos de Markdown. Markdown es un lenguaje de marcado mucho más simple, intuitivo y agradable que html. Viene de serie en posterous y tumblr (aunque deberás activarlo en las opciones) y está disponible en wordpress a través de un plugin. Sólo para los últimos retoques e insertar imágenes empleo el escritorio de wordpress.
Grandes bloques de texto
Casi todos mis post tienen la misma estructura. Además de los códigos que no véis pero que son necesarios, tenéis los enlaces de la parte baja de toda entrada, lo que sería la estructura común de los posts. Antes usaba una especie de plantilla en un archivo de texto, pero me resultaba incómodo dado que el autosave a veces me la chafaba antes de que me arcordara de cambiar el nombre de archivo.
Pero ahora uso Autokey (en Windows auto hot key; en Mac Text Expander), que funciona de la siguiente forma y manera: al escribir un código con el teclado, por ejemplo adr, y darle seguidamente al enter me sustituye el código por un texto que yo haya configurado (sería mi dirección).
Sí, Word hace eso, pero Autokey lo hace posible en todos tus programas, incluído el navegador de Internet un editor de texto minimalista. Guay.
La regla definitiva
Lo principal, sin embargo, es mantener tu disco duro tan limpio como sea posible. No sólo es bueno para su salud, sino para la tuya, tu salud mental esto es. Todo aquello que no uses habitualmente debe ir a un disco externo o borrarse.
Acostúmbrate a tener pocos programas y a almacenar la información donde la encontraste. Esto es, en Internet. Si acaso necesitas algo para un proyecto, toma nota de ello en evernote, que para eso está, no lo guardes en tu disco duro.
Sigue estas reglas con disciplina espartana si tienes un netbook y te funcionará como debe. Ignorálas a tu propio riesgo.