DEJAR EL FÚTBOL PARA TRABAJAR IV: Tripulante de tren (mi primer empleo real)

DEJAR EL FÚTBOL PARA TRABAJAR IV: Tripulante de tren (mi primer empleo real)

Hay que pensárselo mucho cuando aún tienes 26 0 27 años, tomar una decisión así es dar un cambio total a tu vida.Es como jubilarse,de propia voluntad con 50 años. Sabía que podía seguir comiendo migas en este pastel que es el fútbol, pero decidí hacer un pastel propio y elegir yo el trozo que más me guste. Aún estoy en la fase de adquirir ingredientes.

Hace exactamente 2 años ,en esta época me encontraba viajando en tren por toda España y parte de Europa. Acababa de conseguir mi primer empleo real, tripulante de trenes. Es uno de los trabajos más divertidos que he tenido(después del fútbol). Yo llegaba a la ciudad de destino, después de 12 horas, dejaba la maleta  y ¡me iba a correr !! recuerdo que en Málaga iba a un parque y jugaba y paseaba  hasta 17H h.  justo antes de salir el tren( pasábamos 12 h. en cada ciudad).En ese corto período de tiempo me daba tiempo a hacer mil cosas.Recuerdo que en el mercado había un señor que tenía una parada al cual yo le llamaba antes de llegar y me preparaba algo para comer.

Fueron muchas la anécdotas pero recuerdo con especial cariño un viaje Córdoba-Barcelona. Pues el caso fue que al recoger los billetes de los pasajeros a mi cargo para despertarles, no me di cuenta que uno de ellos era sordo. Al despertar a los que bajaban en Valencia pique la puerta de este señor pero por lo visto solo bajó del tren su acompañante.Ya os podéis imaginar mi cara al ver al tipo reclamandome no sé qué hasta que vi en su billete que tenía parad en Castellón. Pues vaya mosqueo que se cogió , él y el jefe. No tuve más respuesta que decir” culpa mía por no saber que era sordo”.Me supo mal pero aún no veo la manera de poder haberlo sabido.

En cada viaje yo era el raro, me divertía como si no estuviese trabajando.Ahí empecé a entender el por qué del estrés de muchos trabajadores, es por culpa de  compañeros que van quemados a trabajar, y de ellos mismos por no ignorarlos. Pocos eran los que ponían buena cara pero los que tenían buen carácter te hacían el viaje muy agradable (no eran pocos) compañeros y pasajeros, a los “gafes”  no les hacía ni caso.Conocí a personajes míticos. Son historias de Saimazas que ya contaré algún día.

No dejes de leer Dejar el Fútbol Para Trabajar,1 2,3 y tiempo.

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