Hace mucho tiempo participé en un sitio en el que la gente pedía consejo o apoyo en relación a situaciones familiares. Me sorprendió cuánta gente sufría o al menos tenía complicaciones por causa de su relación con la familia política, en particular con la suegra. Dejé de participar en el sitio porque era muy demandante, pero desde entonces no he dejado de ver ejemplos de suegras entrometidas. Independientemente de que sean buenas personas o no, o de cuál sea la circunstancia de cada caso, creo que son personas que no saben estarse en su sitio: porque el sitio de una madre, respecto al matrimonio de cada uno de sus hijos, siempre es "afuera". A veces se trata de mujeres sagaces y con toda la experiencia del mundo, versus un par de muchachos: uno o una que le ama, y otro u otra que quiere quedar bien. Pero a veces no es así; a veces el hijo es todo un hombre bien crecido, a veces la hija es una mujer que ha vivido sola durante años antes de casarse, y de cualquier manera se dejan influir y afectar por la mamá de él o ella.
Yo creo que entre las cosas que hay que ver con lupa antes de "dar el sí", es la relación que el ser amado tiene con su madre. Que la señora sea así o asá puede ser algo a tomarse en cuenta, pero finalmente lo importante es cómo el hijo o hija, sobrellevan esa forma de ser.
Silvia Parque