Del cansancio y el estado alterado de conciencia por embobamiento

Publicado el 02 mayo 2015 por Sylvia
Entre las "etiquetas" para las entradas del blog, están:
"cansancio" y "exhausta".
Recuerdo que cuando trabajé en administración escolar con tiempo completo por la mañana, y también daba clases por la tarde, sentí que llegué al límite en la capacidad de armonizar esfuerzo y bienestar; podía estar realmente cansada, sobre todo por la sensación de no tener tiempo libre suficiente. El tiempo libre revitaliza.
Recuerdo también que trabajando en la universidad, si hacíamos jornadas extraordinarias por algún evento, me agotaba. Es que a mí no se me da lo de estar de pie, caminar, tratar con gente... lo mío es de escritorio...
Y está el tiempo en que revisaba una pila de trabajos de investigación, toda la tarde y buena parte de la noche, por varios días consecutivos... y el tiempo de apurarme a terminar la tesis porque estaba en el límite de "ahora o nunca"...
Bueno: pues no tenía idea de lo que estaba hablando, con eso de "cansancio"...
¡Vaya que no quiero menospreciar el cansancio del resto del mundo! Hablo solo por mi experiencia: Nada es más cansado que cuidar a un recién nacido. 
Puede que tampoco haya nada más bonito... al menos nada tan cansado y tan bonito... Pero el caso es que es de lo más cansado y noto una trampa que lo hace posible: alteración de la conciencia. Creo que vivo bajo el efecto del embobamiento por bebé. Puede dolerme la cabeza de cansancio y si me preguntaran si estoy cansada, diría que "un poquito", porque durante la mayor parte del tiempo, no lo siento: está ahí, mi cuerpo lo vive, pero una parte de mi conciencia opera por encima de él, relegándolo...
Silvia Parque