Del fútbol solo se salvan los árbitros

Cuando llegué a Barcelona, con tan solo 9 años, no tenía ningún interés en el fútbol.Lo mío era dar saltos mortales imitando a Bruce Lee y demás protagonistas de kung fu. Aún me asombra el hecho de haber podido esos saltos mortales aprendidos  con 7 años en un colegio de Puerto del Rosario,Fuerteventura. Era evidente que tenía buenas cualidades físicas para el deporte. Vivir en Barcelona y no aficionarte al fútbol , en 1991 era algo casi imposible, esa misma temporada el Barcelona ganó la copa de Europa(1992) y eso para un niño marca mucho. Mi afición era tal que con 10 años escuchaba cada domingo el carrusel junto a mi hermano con una pasión fuera de lo común. Por las noches escuchaba el Larguero era mi canción de cuna”la afición es sentimiento y tiene mucho alimento…”(como han cambiado El Larguero y  la radio)

En esa época empecé a soñar con ser jugador de fútbol y divertirme al mismo tiempo.De camino al cole mi hermano y yo ojeábamos  las portadas de los diarios deportivos al pasar por el quiosco.10 años más tarde me di cuenta que conocía más fútbol del que quería e ignoraba más entresijos de los que creía conocer,pero se había convertido en mi TRABAJO. Adoro el fútbol y siempre lo haré pero mis experiencias y mi carácter autodidacta me ayudaron  a formarme como persona  hasta el punto de rechazar de una forma sutil la amistad con periodistas y representantes.Ellos junto a presidentes, directivos,y jugadores insolidarios, esos que dicen ” quien quiera espectáculo que vaya al circo” a lo que yo respondo-¿ si aquí no se da espectáculo que mierda se hace?

Los árbitros son los únicos que se salvan por muy malos que sean, imagínate lo que jode que te mienta una persona, pues imagínate a 22 tíos que se dedican a engañar y presionar al arbitro  por sistema.Normalmente los que más se quejan.He pisado varios vestuarios y una de las consignas más repetidas es la de “hay que presionar al arbitro”. He tenido algún entrenador que nos enseñaba a tirarnos, a fingir.

Al llegar a Inglaterra yo ya había aprendido algunos truquitos, como cuando se te va larga la pelota simular una caída.La primera vez que lo hice mis compañeros me lo reprocharon y me alegro.

Inevitablemente esta actitud me convierte en un flipao pero yo soy de los que piensan que si aplaudimos a los listillos aparecerán más listillos para jodernos a todos , y ahora no hablo de fútbol.Hablo de la falta de ética que predomina en esta sociedad. A la trampa se le llama picardía, yo no, yo lo llamo juego sucio.No estoy hablando de fútbol, estoy hablando de ética.