Entra cansado y lee, otra vez, aquel papel ajado: "Papá, te quiero, haré lo imposible por estar juntos para tu cumpleaños".
Revista Talentos
Tras la puerta aparecen sonrientes, buscando, recibiendo besos y abrazos. Él retrocede unos pasos e intenta reconocerla a distancia. El frío ocupa el vestíbulo vacío y regresa a casa.
Entra cansado y lee, otra vez, aquel papel ajado: "Papá, te quiero, haré lo imposible por estar juntos para tu cumpleaños".
Entra cansado y lee, otra vez, aquel papel ajado: "Papá, te quiero, haré lo imposible por estar juntos para tu cumpleaños".