Deliplús por los pelos

Uno de los conceptos más revolucionarios dentro del mundo de la cosmética ha sido, a mi modo de ver, la introducción del formato monodosis. Es cierto que, en realidad, es una manera más eficaz de vender poco producto y cobrar más por el mismo, multiplicar por tres el número de envases usados y fomentar la cultura de usar y tirar que se está cargando el planeta (glups! visto de esta manera me estoy planteando continuar esta entrada).
El caso es que hay que reconocerle a este poco ecológico-antisocial-hijo de un perro infiel formato que en materia de utilidad se lleva a todos de calle. ¿O no? Admitámoslo, las monodosis son fáciles de transportar, de usar, de intercambiar, conservan bien el producto y, aunque su contenido se pague a peso de oro, por ser poca cantidad solemos poder permitirnos comprarlo.
Por eso, cuando mi madre me trajo estas ampollas de tratamiento reparador para el cabello de Deliplús no pude sino enamorarme de su pequeño tamaño y ponerme manos a la obra con el testing y retesting resultado del cual es esta review.
Como he dicho, el formato se lleva un diez pero aún queda valorar la forma de uso, el contenido y, lo más importante, el resultado. Las cuatro ampollas se supone que forman un tratamiento, por lo que es recomendable usarlas todas seguidas una vez por semana 
Según pone en el envase, se pueden usar de dos maneras. La primera y más cómoda sería aplicarlas sobre el cabello seco una media hora antes de lavarnos el pelo y después usar nuestro champú de siempre con normalidad para retirar el producto. Si no recuerdo mal también recomendaban enjabonar dos veces el cabello para retirarlo mejor. La segunda manera es aplicarlo a la noche y dormir con ello para lavarnos la cabeza al día siguiente.
Yo lo he probado de las dos maneras y he de confesar que la segunda se me hizo un tanto incómoda porque me daba miedo pringar la almohada (aunque no es un producto especialmente radiactivo, pero bueno) por lo que acabé poniendo una toalla sobre ésta que, por supuesto, amaneció en el otro extremo de la cama doblada casi con forma de grulla cual servilleta de WOK. Sí, viéndolo en perspectiva está claro que debería haber usado un gorro de ducha pero, qué queréis que os diga, no se me ocurrió en aquel momento. Huelga decir que mi experimento nocturno fue la primera intentona con el producto y que el resto las he usado justo antes de ducharme.
Respecto al producto en sí, varias consideraciones: la primera de ellas es el color azul tan bonito que tiene que, sinceramente, me sorprendió mucho. No sé deciros exactamente por qué pero no me escoraba algo tan azul saliendo de un envase tan amarillo (quizá los productores quisieran replantearse este aspecto). Por lo demás, veis que es una crema densa que se extiende muy bien y el contenido de una monodosis es más que suficiente para una melena larga y muy poblada como la mía, por lo que las que tengáis media melena podréis usar el envase en dos tandas. Eso sí, al final para aprovechar al máximo os recomiendo meterle la tijera al tubito.
Otro de los aspectos positivos es que tiene un aroma muy muy agradable y, al tenerlo tanto tiempo puesto en el pelo, permanece incluso después de habérnoslo lavado dando una sensación muy de sesión de peluquería.
La única pega que le veo es que no he notado apenas resultados. Es cierto que ahora tengo el pelo bastante bien, pero por naturaleza lo tengo un tanto seco y no he notado que este producto mejore ese aspecto. Por lo tanto, muy fragante, muy bien envasado pero a la hora de la vardad, nada de nada o, como solía decir Emma García en ese programa de los mediodías de Telecinco que se suele ver "haciendo zapping": mucho lirili y poco lerele.

En cualquier caso, como perfume capilar sí funciona así que, si les queréis dar un tiento, me imagino que tampoco serán muy caras.
Espero que os haya gustado esta review. Un besito y hasta la próxima.