¿Desde dónde me buscas y te busco? Tú desde el silencio y la yacija sombra del deseo contenido, yo, desde la palabra que se dice pero no nombra, que se gasta y erosiona, que no alcanza el escondrijo del miedo a tu terrible ausencia, desde mi boca que besando otras bocas se malgasta en la umbría de no tenerte, mientras tú, deslizándote en tu fuero interno me escuchas acuchillándome las palabras, tan lleno de certezas y razones, tan cubierto de fórmulas aprendidas que lanzas al azar, cuando yo, abro sólo los brazos y dejo que te pierdas en mi regazo, y entre tus manos y mis brazos, bajo ese nudo desatándonos, encontramos la salida alejados de colmillos y pesadillas, de fieras, de aldabas y puertas que se cierran, y sólo entonces, enlazados bajo el instante que cubre miedos y desata vanidades, desnudos y despojados hasta de nuestra propia piel, como un leve y escuálido susurro quiero gritarte que te quiero, que te amo antes de que el sol despierte, para que lo oigan los amantes que no duermen, las estrellas que nos cubren la hiel de indiferencia, y la modorra de la siesta. Y en ese leve espacio, bajo el arcobaleno y les papallones, en mis brazos, rodeando aquella tu pena incontenible, volar más allá de lo prosaico fundiéndonos en un chispazo de felicidad efímera.Arcobaleno
Des-nudos
Publicado el 04 julio 2014 por Evamric2012¿Desde dónde me buscas y te busco? Tú desde el silencio y la yacija sombra del deseo contenido, yo, desde la palabra que se dice pero no nombra, que se gasta y erosiona, que no alcanza el escondrijo del miedo a tu terrible ausencia, desde mi boca que besando otras bocas se malgasta en la umbría de no tenerte, mientras tú, deslizándote en tu fuero interno me escuchas acuchillándome las palabras, tan lleno de certezas y razones, tan cubierto de fórmulas aprendidas que lanzas al azar, cuando yo, abro sólo los brazos y dejo que te pierdas en mi regazo, y entre tus manos y mis brazos, bajo ese nudo desatándonos, encontramos la salida alejados de colmillos y pesadillas, de fieras, de aldabas y puertas que se cierran, y sólo entonces, enlazados bajo el instante que cubre miedos y desata vanidades, desnudos y despojados hasta de nuestra propia piel, como un leve y escuálido susurro quiero gritarte que te quiero, que te amo antes de que el sol despierte, para que lo oigan los amantes que no duermen, las estrellas que nos cubren la hiel de indiferencia, y la modorra de la siesta. Y en ese leve espacio, bajo el arcobaleno y les papallones, en mis brazos, rodeando aquella tu pena incontenible, volar más allá de lo prosaico fundiéndonos en un chispazo de felicidad efímera.Arcobaleno