Eres mi paraíso cósmico...
Existen miles de especies en este planeta, imagino que tal vez en otros ocurra un tanto de lo mismo, pero mi paraíso: eres tú. Y lo tengo tan cerca…
Tus manos son dos platillos voladores que se divierten haciendo circunvalaciones por mi cintura, tus luceros dos puntitos de luz que se posan en mi sonrisa cuando me buscas la boca, y tu cerebro, ese Venus, el órgano sexual más erótico en el que perderme cuando mi corazón te cuenta que está cansado de latir y le lames las arritmias con unos puntos suspensivos que juegan al tic tac, cum cum, taca tac, sacudiendo todos los tiempos pasados, desempolvándolos con el batir de tus pestañas, salpicando mis rosas, y haciendo de su traje sucio y ajado, mil versos para lucirme con la rosa del Principito.Eres el mar de mis adentros, puntal erguido para mis mares arrebatos, y para mis males en calma, llegando al cielo de mi boca y dejándome llevar por ese agujero oscuro de tu galaxia alcanzando las estrellas en el aliento de un beso.Paraíso es tu cuerpo donde a-isla-rme bajo las palmeras de tus certidumbres para recostar mis miedos infinitos sin que les pusieras barreras de ningún sonido, alejándonos de la tierra y sus miserias, de sus realidades e instintos.Tu sexo, osa mayor, constelación de la que agarrarme para que sigas contándome todos los desafíos lunares que te ofrezco para que perdamos todos los sentidos " desbrujulándonos” hasta perder nuestras materias.
Porque podrán intentarlo, sí, pero no podrán con algunos, -por no aúllarles- con la mayoría de nuestros sueños;)
A Pere.
De otro Desafío lunar (1) cliqueando. o aquí: Desafío lunar
Os dejo el texto, porque blogger se está comiendo mi escritura que aparece y desaparece a su antojo... los comentarios, como siempre fueron lo más jugoso;) igual hasta funciona... y podéis ver la entrada. Estabas ahí, desnudo, y yo dándote la espalda. Empezaste a contarme cada peca, a besarme cada lunar y a aprenderte de memoria cada poro para entrar y respirar hondo por cada uno de ellos.Aún dormida, empezaste a recorrerme con la yema de los dedos el cuello y ese dulce escondrijo de mi hombro que tanto le gusta recorrer a tu lengua.Empezó mi cuerpo suavemente a emprender el itinerario de la senda que lleva a ese nuevo desafío. Mis manos te recorren la piel por cada sendero ignoto, esperando las tuyas como un bálsamo de canela. El vaivén acompasado rima con el aroma exaltado de nuestras respiraciones entrecortadas; entonces exhalas tu savia y la recibo llenándome de ti una y otra vez en una enredadera de innombrables sensaciones.Una vez consumado el deseo eres tú quien me da la espalda y empiezo a contarte cada peca tropezando en tus lunares, y nos abandonamos por entero en ese recorrido travieso de una nueva aventura lunar...