No sabemos más. ¿Tenían hijos? ¿Amigos? ¿Consuelo, ayuda? ¿Asu edad con vivienda hipotecada? ¿Avalaron a hijo con su vivienda? ¿Malcarácter?... ¿Prejubilado con poca pensión? ¿A un año de la jubilación?
Lo bien cierto es que pierden la vivienda (gananBancos, pierden personas). Nos ponemos en su lugar. Sin dinero,abandonados, en casa de acogida, habitaciones separadas… El sur… (para losbananeros y para personas emocionales)… Abandono, soledad, sentimiento deinjusticia, depresión, ofuscación y barbaridad.
A la puerta de la jubilación. No llegaron. ¿Cuántos máslo habrán hecho y no nos hemos enterado? ¿Cuántos más estarán al límite? ¿Cuántosde nuestros hijos se van a poder jubilar a los 67? ¿Llegarán? ¿Tendránsuficiente cotizado para poder cobrar? Con empleo precario, ¿a quién van acontratar a partir de los 50? Si llegan a los 67, ¿les darán una “nocontributiva” sólo para la subsistencia? ¿Qué estará pasando con aquellashipotecas de 40 años?
Y encima, una pensión menos que van a pagar los sinvergüenzas.¡Tengo que vivir hasta los 100, y que se jodan! Sólo para joderles. ¡Ah quebien les ha venido a la gentuza! Un problema menos, una pensión menos, unavivienda más. Y ellos prosperando. ¡¿Cómo lo consentimos?!
Más que lamentable, es indignante. ¡Que son personas!
¿Crees que las medidas que se están tomando son las másadecuadas para salir de la crisis? ¿Se puede hacer algo más en labuena dirección, no en la del Capital?
Preguntas y más preguntas. Sintonízate en clave de espíritucrítico y trata de responderte. ¿Salimos a la calle... TODOS?
El tema lo tocamos también en nuestro anterior artículosobre los desahucios: Al límite de la vida.
Dale caña al Sistema Capitalista que hemos consentidohasta ahora.
Juan-Lorenzodalescana@gmail.com Más artículos sobre denuncia social