Maestro Cantor es un libro extraño. Tienes que imaginarte que los protagonistas no hablan, sino que cantan. Y tienes que imaginarte que Anset es capaz de realizar su habilidad y hacerse realidad. Hay momentos complicados de seguir, o mejor dicho volver (después de dejarlo por la noche por ejemplo) ya que hablamos de mundos imaginarios, pero dentro de una ficción "plausible". A esto hay que añadirle la inmensa capacidad de narrar y analizar personajes de Orson Scott Card. Es un escritor al que le gusta rascar las personalidades hasta el máximo, exprimir a sus protagonistas para que den lo máximo. Card no me ha decepcionado nunca hasta ahora, y que siga así mucho tiempo.
Sin embargo, El libro de las ilusiones de Paul Auster es muy diferente. Es un estilo mas pausado, y mas fluido. Es constante y me recuerda a esas series de TV que sabes que con unos cuantos capitulos le coges cariño a los personajes y no eres capaz de dejar de poner otro episodio.
El hecho es que me decidí a retomarlo y me gustó mucho. De hecho, lo acabé antes de lo que esperaba. Por varias razones, el protagonista del libro acaba obsesionado con el cine mudo cómico, y descubre a un actor no muy conocido pero realmente interesante. En el libro se cuentan las historias de estos dos personajes, el protagonista y el actor de cine mudo.
Las descripciones de las peliculas de este actor son impresionantes, incluso crees que estas viendo la pelicula. Un nivel de detalle asombrosoy encantador, ya que disfrutas leyendolo.
Han sido dos lecturas muy amenas y me han entretenido muchísimo en esos viajes en bus y esas noches en las que te cuesta pegar ojo (y más en verano). Para los amantes de Card, Maestro Cantor es un fijo en la lista, y para los que disfruten con una buena historia, El libro de las ilusiones no creo que le defraude.