El hedor a descomposición alertó a los vecinos, que pusieron el asunto en manos de las autoridades. La policía emitió tan solo un breve comunicado en el que constataban que, en el domicilio del desaparecido, fue hallado un pez de enormes proporciones a pocos metros de una jarra de agua y de un blíster vacío de pastillas.
Los padres continúan inundando el barrio de carteles.