—¡Carlitos, deja de ahogar a las hormigas!
Revista Talentos
El pánico cundió cuando el suelo tembló y las paredes se vinieron abajo. Ella había quedado semienterrada y esperaba su turno de ser rescatada. Pero supo que no había esperanza al ver caer la enorme masa de agua. Lo último que oyó fue:
—¡Carlitos, deja de ahogar a las hormigas!
—¡Carlitos, deja de ahogar a las hormigas!