La entrada de hoy es breve.
Quería comentaros un par de cosas que me han pasado, más que nada para advertiros y que no os pase también a vosotras (aunque tal vez ya lo hayáis sufrido en alguna ocasión).
El verano pasado tuve un percance con algunos labiales de NYX. El hecho de guardarlos boca a bajo para poder ver el color, hizo que algunas barras se desprendieran del packaging, encontrándomelas pegadas a la tapadera. La verdad es que lo solucioné sin problema volviéndolas a colocar en su sitio presionando ligeramente y metiéndolas en la nevera. Pero vaya, que ya no he vuelto a guardar ningún labial boca a bajo por si acaso.
Este verano, más concretamente hoy (hace un rato), estaba reorganizando los gloss cuando me encontré con la desagradable situación: algunos habían soltado un aceitillo que acabó pringando al resto (y el cajón, claro). Los tenía horizontales.
Los saqué todos y fui comprobando uno por uno los que estaban simplemente sucios y los que habían originado el desastrillo. Entre las múltiples marcas de gloss que tengo, casualmente los culpables fueron 3 de mis 8 gloss de NYX.
Con esto no quiero decir ni que los labiales sean malos ni que los gloss no sean recomendables. Ambos productos me gustan pero...
Parece que habrá que tener un especial cuidado con ellos.
¿Os ha pasado?
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