El que las gana todas, el que pelea cada balón por muy tarde que sea, el que saca la furia tanto para bien como para mal.....tuvo que se él. Gary Medel.
Tuvo que aparecer el chileno cuando más atascado andábamos y con el run run peligroso del Celta llegando junto a Beto.
No nos engañemos, se mascaba un empate por parte de los celtiñas que se daban cuenta con el correr del partido de la oportunidad de oro que se les presentaba, mientras nos espesábamos en el centro del campo, nos atorábamos atrás y no teníamos ideas claras delante, todo esto con el comienzo de una excomunión con la afición sufrida de Nervión que empezaba a expulsar el aire con tonalidad y fuerza.
Es entonces cuando aparece nuestro Pittbull chileno para sacar la sangre latina que lleva dentro y empalmarla casi desde la cafetería del Baby Acosta para doblarle las manos al bueno de Javi Varas.
Hasta ese momento podemos catalogar el partido de nuestro equipo de más a menos. Empezó bien, o menos mal, quizás no tan bien como en otros encuentros, pero mejor que en muchos. Se pudo adelantar el Celta en alguna ocasión mmientras nosotros buscábamos que la nueva táctica diera resultado. La nueva táctica de dejar un poco retrasado a Negredo para recoger los rechaces desde la segundo línea y que de paso haga un hack-trick. El priemero en Primera División para el vallecano.
Partidazo de Navas. Haciendo el chaval todos los méritos posibles para encontrar novia millonaria a final de temporada. Desbordando por derechas y por izquierdas, dando pases de esos con los que sueñan todos los delanteros, de esos que son medio gol o gol entero...que se lo pregunten a Álvaro Negredo. Volviendo locos a defensas y gustándose mucho. No creo que nos dure mucho más el palaciego.
Tenemos que seguir esta línea ahora que hemos pasado los grandes escollos. Tenemos y debemos hacerlo para salvar la temporada y tener aun opciones de salvaguardar lo vendible, que es mucho e importante.