Desayunaba (o algo parecido) con diamantes

Publicado el 06 junio 2011 por Elcocteldeloscuentos
No eran los diamantes del escaparate de Tiffany's, sino las joyas que robaba de vez en cuando para seguir sobreviviendo. Era en Nueva York, eso sí, pero no la Quinta Avenida, sino el barrio marginal donde vivía. Siempre, antes de llevarle cualquier pieza al tipo gordo y desagradable de la casa de empeños, se probaba la mercancía y admiraba su reflejo en el espejo quebrado del baño. Le gustaba imaginarse en otro lugar, con otra vida, como dueño de esas joyas (y de muchas mas, y del dinero para poder comprarlas), pero Andrés sabía que él nunca sería Audrey Hepburn.