Hoy desayunaría con ella, hablaríamos muy livianamente de todo lo que paso estos años, veríamos que somos otros, que estamos más locos, sabríamos que sería un desayuno de camaradería y nada más, pensaríamos cómo pudimos enamorarnos de lo que tenemos en frente, perderíamos la noción de que el presente no existe, y que el pasado tampoco. ¿Entonces para qué estaríamos ahí? Nadie lo sabe, hay muchas cosas que nadie puede explicar. Mentira, pero es una frase que mantiene viva a mucha gente.