Cerrar los ojos y oler su sudor frío en rincones inesperados
Aún quedan restos de su saliva seca en mi piel
Muerdo y muerdo los brazos que me aprisionan
Se cumplió el emplazo, y hoy me vivo enajenada
Cierto extrañamiento de mi propio cuerpo
A veces, solo a veces, me siento bonita
Ayer, por ejemplo