Descanso

Publicado el 07 diciembre 2020 por Netomancia @netomancia

La puerta de calle estaba abierta. Sobre la mesa había un hilo de sangre. Llegaba hasta el borde mismo y se detenía, como si el metro que había hasta el suelo fuese un motivo suficiente.

Distante, sobre la cocina, entre dos hornallas encendidas, se veía una cuchilla. Un detalle bermellón decoraba el filo.

La habitación era un revuelo de ropa por todas partes. En el baño estaba prendida la ducha. El reloj de pared estaba detenido en las cuatro menos cuarto. Sin embargo, la vivienda estaba vacía.

El vagabundo se sentó en una silla y partió un pedazo de pan viejo que llevaba en el bolsillo, lo mojó en la sangre y se lo comió. Al calor de las hornallas se estaba bien. Aprovecharía luego para pegarse un baño y después se iría. Vaya a saber qué loco vivía en aquel lugar.