La épica del guerrero (Feria del Libro de La Paz)
Un sábado atrás paseaba mi quisquillosa humanidad por el Paseo del Prado que, extrañamente, en los últimos años apenas hace honor a su nombre: el verde va desapareciendo de las jardineras y los árboles secos parecen caprichos de un artista conceptual. Además de pasear, poco, más bien tropezar con los huecos y lomos que le van saliendo a las baldosas. A las autoridades del municipio les encanta jugarnos bromas retorcidas: qué mejor que arruinar el paseo instalando ferias de toda índole en los pasillos, especialmente de plantitas. Si tengo suerte puedo llevarme una maceta de cactus con su bolsa de abono orgánico, mientras tengo que zigzaguear por el hilo de espacio que dejan los astutos vendedores ecológicos. El Prado sirve para eso: para ofertar arbolitos en miniatura y para llenar el buche de los cochabambinos. Ahora se han llevado la flor instalando una feria de comidas que, como coincidía con la fecha de llegada de los primeros europeos a las Américas, no tuvieron otra idea más genial que bautizarla como “Día de la Descolonización Alimentaria”. Lo más sabroso de todo es que hacían llamados a consumir la comida ancestral, la de tiempos inmemoriales y para darle credibilidad al asunto, algunos potajes fueron preparados en ollas de barro. Sin embargo, no tenía idea de que el ají de habas, los chorizos criollos y otros manjares que vi, ya hervían a borbotones antes de la pisada de Colón y sus hambrientos aventureros.
************ En el marco de la lucha contra el hampa organizado y demás sindicatos de las malas costumbres, la policía nacional sigue adelante con su exitoso plan “Chachapuma”, una novedosa iniciativa que consiste en concentrar agentes en avenidas y rotondas estratégicas, especialmente de noche, para pillar a los borrachos al volante y a motociclistas sin casco, que son los únicos que caen como moscas porque los maleantes que tienen un respeto único por si mismos se han retirado a sus cuarteles de invierno hasta que pase la alharaca policial. Calmadas las aguas en la ciudad, el comandante general se ha dignado en persona a dirigir las tropas unos kilómetros más allá, ante la ola de violencia que sacude al trópico cochabambino, especialmente por los constantes linchamientos y problemas relacionados con el robo de vehículos. Eso sí, nuestros brillantes polis no contaron con la astucia de la naturaleza que, constantemente, les moja los planes y operativos. Y eso que se fueron bien pertrechados, con camión cocina incluido. Por los nimios resultados, algunos ciudadanos proponen que el plan debería llamarse “Chacrapuma”. Mucho ruido y pocas nueces.
*************** El gobierno, acaba de anunciar la extraordinaria noticia de que Bolivia es líder mundial en exportaciones de quinua, desbancando inmediatamente otra marca que nos mantenía con la frente en alto y el corazón henchido de orgullo: hasta hace poco éramos conocidos como los principales exportadores de dignidad de toda la galaxia. Sabrosuras aparte, quería hacerme la pregunta de quién más exporta el grano de oro de los incas. Descontando a Perú: nadie. En Chile y Argentina, quizás Ecuador, la producción es exigua y en EEUU no deja de ser un cultivo experimental. Así que, bienvenida la exportación, siempre y cuando dejen algo para mi buche colonizado por la hamburguesa.
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Cosas de la tecnología o cosas de querer parecer moderno, el honorable Senado plurinacional ha dotado a sus inteligentísimos miembros con teléfonos inteligentes (concretamente Samsung Galaxy) para que maximicen su rendimiento. Como parece que las instrucciones estaban en chino, se anunció que los padres de la patria recibirán un “seminario de capacitación” al respecto. Tramposos fabricantes que hablan de que hasta los niños pueden manejar estos aparatos. El aprendizaje intuitivo no es apto para adultos ¿no?. Eso sí, cómo harán nuestros legisladores para no caer en la tentación de pasearse por las redes sociales mientras en el hemiciclo se discute el destino de la patria. Para muestra un botón: los congresistas españoles admitieron que utilizan sus teléfonos para bajar juegos y otras aplicaciones aprovechando el wifi en sus curules. La noticia me ha encantado pero no tengo internet en casa para enviar un “me gusta” ipso facto.
***************** Creativos fueron los organizadores de la Feria del Libro de La Paz, que quisieron que no vaya mucha gente al cobrar por la entrada, así haya sido barata. Si por lo menos hubieran copiado el combo de las discotecas “pague su entrada y pida su cerveza de cortesía”, por un librito de refranes o cosas así. Como el gobierno no puso un peso para financiar la feria, salvo para tener su propio stand, donde el eficiente ministerio de Propaganda (conocido también como Comunicación) promocionaba biografías del amado líder, junto a un retrato tamaño natural para que la gente se pudiera sacar una foto. Por si acaso ofrecían adicionalmente libros con los grandes logros de la revolución. Y como agradecimiento por la visita obsequiaban un par de libros que seguramente narraban las peripecias del guerrero en tierras enemigas. Uno de ellos, expresamente escrito por una periodista argentina cuyo título no dejaba mucho a la imaginación: “Evo en la mira”. Lo que no sabemos es quién habrá financiado para que esa épica de caballero Jedi vea la luz. Bueno, sí lo sabemos.