Hoy en día podemos enviar fácilmente una persona a la luna, pero tenemos problemas para atravesar la calle y conocer al nuevo vecino. Podemos disparar misiles con precisión, pero es difícil llevar nuestros hijos a la biblioteca. Tenemos emails, máquinas de fax y teléfonos digitales para comunicarnos y vivimos en una época donde los seres humanos estamos menos conectados que nunca. Hemos perdido el contacto con nuestra humanidad. Hemos perdido el contacto con nuestro propósito. Hemos perdido de vista las cosas que más importan.
Por ende…respetuosamente te pregunto ¿Quién llorará cuando mueras? Cuantas vidas tocarás mientras tienes el privilegio de caminar sobre este planeta? ¿Qué impacto tendrá tu vida sobre las generaciones que te seguirán? y ¿Qué legado dejarás cuando la muerte se robe tu último aliento?
Una de las lecciones que he aprendido a través de mi vida es que si tú no actúas primero, la vida tiene el hábito de actuar sobre ti. Los días se convierten en semanas. Las semanas se convierten en meses y los meses se convierten en años. Pronto todo termina y tú quedas con un corazón lleno de arrepentimiento y una vida medio vivida.
Cuando a George Bernard Shaw le preguntaron en su lecho de muerte: ¿Qué haría usted si pudiese vivir de nuevo? El reflexionó y luego de un profundo suspiro contestó: “Me gustaría haber sido la persona que nunca fui”. Esperemos que esto nunca nos suceda a nosotros.
Las preguntas más comunes que se hacen las personas invariablemente en estos días, se centran en el mismo tema: ¿cómo puedo encontrar mayor significado en mi vida? ¿Cómo puedo hacer una contribución duradera en mi trabajo? ¿Cómo puedo simplificar mi vida y poder disfrutarla antes de que sea demasiado tarde? Mi respuesta siempre comienza de la misma manera: encuentra tu llamado en la vida. Soy un firme creyente de que todos tenemos talentos esperando a ser utilizados con un digno propósito. Venimos al mundo con un objetivo único y noble que nos permite manifestar nuestro más alto potencial humano, mientras a su vez, le agregamos valor a nuestras vidas.
Encontrar tu llamado no significa dejar el trabajo que tienes, simplemente traer más de ti mismo a tu trabajo y enfocarte en lo que mejor haces. Significa dejar de esperar que los demás hagan los cambios que tu deseas y como señalaba el Mahatma Gandhi: “Sé el cambio que quieras ver en el mundo.” Y una vez que lo hagas, tu vida cambiará.
A todos nuestros lectores les dejo este mensaje y les deseo un feliz fin de semana!
Artículo original traducido por Lorena Mena
Fuentes Bibliográficas:
Publicado por Robin Sharma en el suplemento dominical Speaking Tree del TOI
15 de Abril de 2012
Ilustraciones:
Lorena Mena
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