En ocasiones he pensado que la felicidad tiene dependencia en uno mismo, pero rápidamente me he dado cuenta de que somos cada uno los causantes de la felicidad de muchos otros.
Ando buscando un sentido a la felicidad, para mi ser feliz es no tener preocupaciones, ¿pero realmente quien no tiene preocupaciones? Seguí pensando y llegue a la conclusión de que pequeños trozos de felicidad por parte de varias personas, forman un momento feliz. ¿Cuántas veces volvimos a casa recapacitando sobre un buen momento? No hace mucho tiempo observé que todos tenemos momentos felices en nuestras vidas, realmente no somos perfectos por lo que no podemos hacer de este momento feliz nuestra vida. Pero por eso tenemos la capacidad de recordar, para traer hacia nuestros días aquellos momentos felices. Muchas veces es nuestro pensamiento el que nos quita un momento feliz. A veces es mejor no pensar mucho, a veces es recomendable mejor no pensar. Siempre he querido definir las cosas desde muchas perspectivas, supongo que para ver mejor la situación que tengo delante. Hoy me atrevo a decirte que tengo el teorema de la felicidad. He descubierto como alcanzar una felicidad global, a partir de pequeños momentos. He descubierto que mi felicidad depende de los que me rodean, he descubierto que son los más cercanos los que más momentos felices me regalan, he descubierto que escribir es una de las maneras de expresar mi pensamiento, he descubierto que son otras personas las encargadas de hacer mi gran momento. Nuestro gran momento, porque el momento feliz es el momento en el que el resto también es feliz.
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