Revista Literatura
desde el pie
Publicado el 24 marzo 2011 por MmechiUna papa, olvidada, en algún lugar, desarrolla raíces. Las raíces salen de la piel oscura, son blancas. Y crecen. Crecen hasta darle una cola; raíces cada vez más gruesas, más duras, más blancas. La papa, espera a ser encontrada antes de que sea raíz con papa, antes de que la raíz sea tan visible que obligue a tirarla. Que ya no se pueda comer para ser papa otra vez. Antes de que cause rechazo y espante. O recuerde. Si las raíces no fueran tan duras, tan grandes, tan blancas. Si fueran confusas o estuvieran fuera de foco. Si una vez cortadas no volvieran a salir. ¿Qué pasará adentro de la papa? ¿Le crecerán enredaderas que en algún momento deciden salir porque ya no queda lugar? ¿Estarán cansadas de tanto blanco adentro? ¿Desearán recordarnos el transcurso? ¿Será la raíz la provisoria, que crece cuando está sola? ¿O es la raíz permanente que a veces nos deja ser papa?