Desde hoy a la venta mi poemario "la muerte siempre culmina su trabajo"

Publicado el 05 agosto 2011 por Fernandosabidosanchez

Publica y edita: Casa Eolo S.L.C/ Pedro Arnal Cavero, 2222001 HUESCA (España)Web: www.casaeolo.come-mail: info@casaeolo.com
ISBN: 978-84-15178-39-2Depósito legal: HU-282-2011
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PRÓLOGO
La voz poética de La muerte siempre culmina su trabajo es una voz polisémica pues la forma y el sentido surgen de una indagación de la muerte en sus múltiples significados. Sobre todo, la muerte se asocia con el desamor. Y la vida renace y florece con la pasión amorosa.
Jean Anouilh dijo: “ La muerte es bella. Ella solo otorga al amor su verdadero clima”
Y es que muerte y amor van unidos: Eros y Tanatos. Aunque en este poemario Eros expulsa a Tanatos, y, en ocasiones, sucede lo contrario.
“…Estalló el desamor en tan dolorosa travesía
y las chispas convirtieron en cenizas los regazos
avejentados de la pasión
Cuando ella dejó a un lado el invierno
sólo la muerte ocupó su espacio”.
Y en este otro:
“Vuelve a nacer en mí
conmigo
compartamos los sueños
para resucitar
lo que ha muerto
Iníciame al amor
desnuda tus vivencias
y descubriremos
nuevos caminos en el tiempo”.
Si hacemos una lectura profunda podemos decir que en virtud de las ausencias-muerte- se genera el poder verbal de la escritura. Las ausencias remiten al silencio, son el punto cero de una escritura que se puede definir como una escritura del término. Sin embargo, el poeta, siempre es consciente de la problematicidad del signo. Sabe que el lenguaje no es transparente ni inocente sino que está compuesto de una serie de capas de significados, inherentes a cada palabra, que lo forman de manera invisible.
Lo inverosímil es que señalamos desde el lenguaje y con el lenguaje una experiencia que el lenguaje no puede alojar, como es aquí la palabra muerte. De ahí su riqueza para buscarle sentido en otros campos semánticos que , como ya he dicho, sobrevuelan alrededor del desamor, pero también de la soledad, de la falta de pasión, deseo, ternura, sexo…
Los poemas son, en algunos aspectos desesperanzados por moverse dentro de la oscuridad de la palabra, aunque la búsqueda y disfrute de Eros, le da claridad y vida a la misma e invierte los campos polisémicos.
Es un libro esencial del ser y sus enigmas. Con este poemario se dejan atrás las fronteras discursivas y estéticas de la poesía, y se entra ante una nueva dimensión de lo poético. .
Se trata de una actitud aparentemente de aceptación , no hay palabras muro-para detener la muerte. Está basada en la recepción, y sobre todo en qué “remedios” podemos usar contra ella y ahí es cuando surge el amor y sus componentes abriendo ventanas en el poemario hacia la vida:
… Inútil obcecación la de los que rechazan
amar sin fundamentos, todo apariencia,
no alcanzarán jamás a ser aunque crean
estar vivos, más que una caricatura de sí mismos.
El discurso poético poco a poco se vuelve más y más radical (en el sentido etimológico de ir a la raíz).
Hay poemas, sin embargo, que aún dentro del campo semántico de la muerte, el proceso creativo es el reverso de los anteriores. Si en los otros el significado fue de dentro afuera, aquí va de fuera adentro. Es un canto de “mea culpa” porque los “desheredados” son invisibles para el poder político, económico, social, etc. y hay que cambiar el formato de la mirada.
Se trata de unos cuantos poemas solidarios, en el que el signo se pone a su servicio. La mirada se dirige hacia los pobres, los marginados, los diferentes, en definitiva “los otros”. Es una forma de pasar de la poesía del yo a una poesía del nosotros, de despegarse de los problemas íntimos, existenciales hacia los problemas sociales.
Un poema de los más significativos, nos hablará de las claves que hemos ido dejando a través de estos últimos párrafos:
No espero ningún prodigio, pero no aceptaré jamás
que la Irremediable emplee su guadaña
con los niños de Haití, Somalia, Irak o Palestina,
seres absolutamente indefensos ante ella
Que no conceda indultos ni últimas instancias
a los estremecidos, que desteja vidas
esperando el quimérico advenimiento de otro Ulises
entre hambruna, tristeza y paradojas.
Este poemario esconde bajo sus palabras mundos que provienen de la experiencia, aunque no necesariamente del mundo como lo entendemos, sino a través de una experiencia en que lo otro, lo oscuro, se apodera del poeta y lo obliga a la escritura.
Juana Vázquez Marín
Escritora y Poeta