El gran D. José Luis Sampedro (Barcelona, 1 Febrero 1917 – Madrid, 8 Abril 2013) nos dejó muy clarito que la actual crisis tenía su génesis en otra de valores. Fue en una entrevista televisada en la que, un vocero encorbatado, se apresuró a oponer sin argumentar correctamente (como suelen hacer los voceros) que "jamás había oído disparate igual". Para mí Sampedro, que siempre abogó por una economía más humana, más solidaria y capaz de contribuir al desarrollo de la dignidad de los pueblos, estaba en la más absoluta de la certezas y el vocero asumía una descalificación vergonzosa que hablaba mucho de su procedencia ideológica suponiendo lo que es imposible de suponer, es decir: que el dinero tenga ideología.
El deshuase de la ideología empieza con un chaval que ahora anda abogando por que los dos grandes partidos políticos del Estado "espabilen", o lo que es lo mismo: porque el bipartidismo despierte y las cosas sigan tal como están, con las prebendas en vigor y repartidas entre los mismos, sin que importe que sean de un lado o de otro porque, a la hora de la verdad, se respetan como hijos del mismo interés . Este nombrado "sabio de Europa", natural de una barriada de Sevilla llamada Bellavista e hijo del dueño de una vaqueriza (que debería de llevar el orgullo y la decencia del andaluz hijo de andaluz trabajador, prendidos en el alma) no tardó mucho en desclasarse. Opino que comenzó a hacerlo el día en que se quitó la chaqueta de pana marrón clarito y se proclamó vencedor por mayoría absoluta, ganando aquellas elecciones en las que Landelino Lavilla hundiría a la U.C.D. (bien hundida esté) de los falangistas descastados. Este muchacho nunca estuvo en el exilio y, apenas tuvo oportunidad, trató de cambiarles las siglas al P.S.O.E. Lo quiso con tal vehemencia que llego a decir: "si no lo hacéis me voy". Luego se cargo a la Bahía de Cádiz a través del desmantelamiento de astilleros al igual que hizo con otra industria del Estado, dando como razón de que "la cosa" estaba peor de lo que él había creído. El chaval (sabio de Europa) dijo que "OTAN, de entrada NO", pero lo que quería decir es que, de salida, "nanay de la China".