Si deseamos de verdad escribir un prólogo juntos no nos queda más remedio que buscar respuestas a las preguntas que nunca nos atrevimos a plantear, a las dudas que, como finas cuchillas, acribillaron caricias y recuerdos. Nunca es tarde si queda amor. Dejemos nuestro orgullo a un lado y empecemos de nuevo la relación. Partamos desde esa vieja herida que desangra los más gratos momentos y convirtámosla en brillante cicatriz. Para no olvidar nunca los engaños, para no volver a repetirlos.
Desde la herida
Publicado el 01 diciembre 2011 por EstherSi deseamos de verdad escribir un prólogo juntos no nos queda más remedio que buscar respuestas a las preguntas que nunca nos atrevimos a plantear, a las dudas que, como finas cuchillas, acribillaron caricias y recuerdos. Nunca es tarde si queda amor. Dejemos nuestro orgullo a un lado y empecemos de nuevo la relación. Partamos desde esa vieja herida que desangra los más gratos momentos y convirtámosla en brillante cicatriz. Para no olvidar nunca los engaños, para no volver a repetirlos.