Deshojando la Margarita…

Publicado el 27 marzo 2012 por Marga @MdCala

En este caso y haciendo uso del blog como desahogo personal (al igual que mi amiga y compañera Samantha), hago una lista de las cosas que me gustan, intercaladas con las que no, como si de deshojar la Margarita se tratara. Espero que mis amigos, sobre todo los de gustos distintos, sigan siéndolo. Yo no suelo estar de acuerdo con la mayoría de lo que veo y leo, y aun así los quiero…

Veamos:

Me gusta el ron de coco con piña. Acabo de descubrirlo a mis edades.

No me gusta la leche, ni las fotos de mujeres con bigotes blancos para fomentar su consumo. No me gustan, en general, las mujeres con bigote…

Me gusta la gente que tiene Palabra. Que promete, recuerda y cumple.

No me gusta que me pidan explicaciones; si el único que tiene derecho a hacerlo no lo necesita, a qué los demás.

Me gusta que me respondan a los correos interesándome por sus destinatarios. Con un escueto saludo me basta.

No me gustan los divos de las redes sociales, tan ocurrentes y populares como groseros. Volvemos a la falta de respuesta.

Me gusta la música disco por más pasada de moda que esté. Cuestión de tiempo y de marketing que vuelva a ser “retro” o “vintage”, y nos peguemos por ella.

No me gusta el reggaeton, el flamenco jondo, el rock duro, la música de autor (hablada) y el estilo Camela. Salvo excepciones, tampoco me gusta el “falsete”.

Me gusta la ensaladilla de gambas, la tortilla de papas y los montaditos. El vino y la cerveza. Lo salado más que lo dulce.

No me gusta el bacalao en ninguna de sus variantes, por más que parezca el único producto a degustar.

Me gustan los espumosos, y su nombre ya me alegra el ánimo.

No me gusta el cava que me recuerda a quien no me gusta.

Me gusta la ética, la aplicación de la moral y la coherencia con las propias ideas.

No me gustan las religiones y sus jerarquías, la doble moral y sus consecuencias.

Me gusta la gente pacífica que sabe dar un puñetazo en la mesa cuando es preciso.

No me gustan los opinantes que se esconden bajo seudónimos. Tampoco los perturbados y chantajistas. Y si son rubios, de ojos claros  y no saben sonreír, aún menos.

Me gustan las personas serias, pero con un punto de humor, guasa e ironía en su forma de ser. Las que saben reírse de sí mismas.

No me gustan los que se excusan por sistema. Los que fallan sin motivo.

Me gusta la gente que hace un esfuerzo en su vida por los demás. La que olvida el orgullo. La que, en ocasiones, antepone el bien común a sus deseos.

No me gustan los que utilizan a sus hijos como moneda de cambio para lograr sus fines, por loables que sean.

Me gusta la playa, la ciudad y los animales.

No me gusta el campo, las peregrinaciones, el toreo y los cortijos.

Me gusta el intercambio de opiniones, desde el respeto y libre de amenazas. Me gusta que me leas (y me comentes) tú.

(Continuará…)