Te suelto
Y empujo
Como la montaña a la roca.
Te lloro
Y expulso
Como las nubes al pasado.
Te pienso
Y veo
A un hombre imperfecto,
Al seductor que golpea a la mujer que lo mira.
(El vaciador de mi tesoro:
el vaciador de las palabras).
Te silencio
Y abandono,
En mi tumba de los sábados,
Como al libro inentendido,
Sobre la mesa de dormir.
(¡Estábamos llenos de años
ya
para descuidar la ilusión!)
Te acompaño
Y libero,
Como el tortugo a su tortuga
Antes de parir.
Voy como ella a desovar
En la costa en que nací.
(Hoy ya no te elijo.
-Hoy-
Morí.
-Hoy-
Vive alguien más).