Desperate Housewives Bloggers Day: La amistad

Publicado el 15 mayo 2012 por Reinfeld @reinfeld183


Aunque este no sea un blog de televisión no quería perderme la oportunidad de hacer una pequeña aportación a este Bloggers Day y escribir sobre una de las series más importantes que nos ha traído la televisión americana. Me gustaría tratar de uno de los aspectos que considero más importantes de la serie y el último capítulo no hace más que confirmarlo, la amistad. A lo largo de estas ocho temporadas hemos visto cómo son las familias, muchos romances y amores o cómo se tratan en el trabajo y por supuesto la amistad, pero de todas estas formas que han tenido los personajes de unirse, la que más beneficios y más provecho ha sido la amistad, una amistad que no busca el egoísmo ni el beneficio propio sino el de ayudar y convivir con los demás Los hijos han ido y han venido, Bree llega a abandonar a su hijo Andrew en una gasolinera porque es incapaz la convivencia, los matrimonios, incluso los más sólidos y en los que había más amor, han fallado, todas acaban divorciándose o manteniendo un gran número de romances que no llevan a ningún lado. Y en cuanto al trabajo, no siempre ha servido para realizarlas personalmente sino más bien para sacar lo peor de ellas como cuando Lynette se enfrenta varias veces a la dura elección entre su carrera y su matrimonio y familia.

Pero empecemos por el principio ¿Cómo surge la amistad? Hay quienes piensan que sólo puede surgir entre personas similares y las cuatro protagonistas no pueden ser más distintas las unas de las otras. Es cierto que la proximidad y vivir en un lugar apartado con poca gente con la que relacionarse ayuda, pero no vale como única causa. Se sienten cómodas juntas, más fuertes para afrontar todo lo que se les viene encima y durante tantos capítulos han pasado por muchas cosas y aunque en alguna ocasión ha fallado y alguna se ha sentido sola y abandonada por el resto, no se puede negar que es lo más sólido y lo que ha resultado más permanente. Son diferentes pero se complementan, y se mejoran las unas a las otras. Por separado cada una de las cuatro son buenas, pero juntas son mejores porque lo que le falta a una, lo cubre otra con creces. Si Gaby es demasiado alocada, sin pensar demasiado en las consecuencias y en lo que pasará, está bien que esté Bree cerca para ponerle un orden y un criterio. El sentido común de Lynette es un buen contrapunto a la infantil Susan. Juntas se ayudan y se protegen y se convierten en mejores personas. En algunos capítulos de esta última temporada hemos visto como esa amistad se resquebrajaba y es cuando caen en un pozo del que parece que no van a salir y cuando vuelven a unirse y a llevarse bien parece que todo es posible y todo se puede solucionar. Sería interesante que alguien con tiempo y ganas analizara todo este tema en profundidad y ver cómo a pesar de las circunstancias, de los problemas, sólo cuando están juntas son más fuertes y mejores.

Evidentemente la amistad no es patrimonio de las cuatro protagonistas principales, por esta serie han pasado una gran cantidad de personajes y la amistad servirá como inspiración para que muchos de ellos obren correctamente incluso a pesar de que anteriormente estuvieran en el lado de los malos. Personajes como Paul Young acaban redimiéndose cuando encuentran el consuelo en manos de aquellos a quienes maltrataron e hicieron la vida imposible como a Susan. Otros personajes como el de Martha Huber que no tienen ningún tipo de apoyo ni les interesa tenerlo acabarán mal porque no conocerán ni la amistad ni nadie que se preocupe por ellos. Incluso Edie que siempre tuvo una relación tensa con las chicas también tuvo sus momentos amistosos con ellas y estuvo a su lado en momentos concretos que más lo necesitaban como se pudo ver en su capítulo de despedida. Está claro que en Wisteria Lane se cumple el refrán de que quien tiene un amigo tiene un tesoro.