Revista Talentos
Desperté sin saber que ese día marcaría mi vida. Caminé tranquila pensando en mis proyectos, ignorante del desastre que se aproximaba. El cielo no me avisó. El reloj no se detuvo. Mi corazón no se aceleró. No doblé en la calle que me salvaría. Ese maldito día, amor, te conocí.