En esta entrada vamos a resolver algunos problemas económicos, para ese momento en el que nuestra querida carnicería/o se toma unos días de descanso. Por desgracia ese día tenemos que tirar de esos animalitos que se encuentran en las vitrinas de las grandes áreas, o de esos despieces carisimos que enmascaran en las bandejas de plástico con papel absorvente. Nosotros como muchos recurríamos muchas veces a ese tipo de alimentos, nuestra economía se veía resentida considerablemente. Pero hemos aprendido que la pieza de pollo cubre ella sola el gasto de la compra de dos pechugas, si leéis bien, un pollo por normal cuesta poco mas que dos pechugas. Con lo que os vamos a enseñar a realizar un sencillo despiece con el que podréis degustar con el tiempo, una gran ración de alitas, un gran asado de muslos y contra muslos, unas grandes sopas y como no la gran estimada pechuga de pollo.
Proceso
Lo primero que deberíais hacer es armaros con un cuchillo que corte bien, o afilar el que tenéis por casa (os lo aseguro cuanto mas afilado menos os cortareis). Coger el pollo con las muslos hacia nosotros y con el pecho hacia arriba, y podremos realizar un corte entre el muslo y la carcasa. Si seguimos la linea de la carcasa encontraremos facilmente la articulación, por esta es por donde podéis separa el muslo de la carcasa (no hace falta dar golpes, ni tener una macheta).
Tras haber separado los dos muslos de la misma manera, podremos pasar a las alitas. Para las alitas dejamos la carcasa del pollo en la misma postura que antes, y si separamos la alita podremos apreciar que aparece una zona mas abultada. Por ahí es por donde debemos realizar el corte, esta zona nos llevara también a la articulación del ala donde podremos separa el ala de la carcasa. No profundizar mucho o llevaremos mucha porción de pechuga, con dos veces que lo hagáis vereis claramente hasta donde debéis cortar. En la imagen superior podemos ver las cuatro extremidades separadas y si os fijáis podéis ver como hemos realizado un corte en la piel que protege a la pechuga por el centro del pecho. Con los dedos y las manos podemos cojer ahora esa piel y despegarla de las pechugas, no suele ser muy dura, esto nos dará paso a la zona donde están las pechugas y las carcasa.
Hemos realizado los cortes pegados (bien pegados) al hueso central para separar las dos pechugas de la parte central de la carcasa. Ahora con la punta del cuchillo seguiremos ese corte y las propias costillas del pollo nos irán guiando por donde deberíamos de cortar. Es muy sencillo, con el corte iréis viendo que lo hacéis correctamente y que no dejáis nada (o casi nada) de carne en el esqueleto, sino tener cuidado y pasar el cuchillo mas pegado al hueso.
Aquí se puede apreciar perfecta mente que solo quedan algunos restos muy pequeño adheridos al esqueleto que también le dará un muy buen sabor a nuestros caldos de pollo.
Los muslos siempre los podréis dejar enteros o los podréis separar en muslo y contra muslo. Para ello solo tenéis que buscar conde el muslo hace como una curva por que por ahí esta la articulación que nos permite separar los huesos de la pierna. En la imagen os enseño el principio del corte para que veáis mas o menos por donde.
Para las alitas seguimos el mismo método en la imagen os enseño la zona por donde realizar los cortes, acordaros que las puntas no son comestibles pero también ayudan en los caldos. No las desecheis, todo ayuda.Podéis ver lo que intenta ser una reconstrucción del pobre animal tras pasar por nuestras manos. Como las alitas no llegan a nada, ni los muslos, lo que solemos hacer es guardar en el congelador en la misma bolsa las alitas de distintas veces. Hasta que la cantidad de para hacer una comida y lo mismo con los muslos. Por cierto la carcasa también para hacer caldo, ni se os ocurra desecharla, en breve os enseñaremos a utilizarla e incluso a conservar el caldo de pollo en el congelador.