Le falta el aire, tinta y papel se desparraman desde su ser, la piel casi traslúcida en la pálida noche resalta la desnudes que lleva consigo.
Sola, extasiada, pero sola.
La espalda expuesta hacia la ventana le da un aspecto fantasmal.
¿En donde habrá quedado aquella fogosa chica que amaba ser?
Cierra los ojos un instante, siente como el aire comienza a llenar sus pulmones nuevamente, despierta, otra vez, otra vez y otra vez.