El viento sopló, el sol salió y el fin de semana las veredas, los cafés, los bares y los negocios se llenaron de gente.
En Delicity (un cafecito que está al lado del Café de París) dos hombres charlan sentados a una mesa en la vereda. Les calculo algo más de 50 años.
Uno le dice al otro, en voz alta (Clarín abierto en mano): "Esto termina mal. Termina con una hiper o con una explosión. Va a ser un bananerismo total. O... o... no sé."