Después, de Stephen King

Publicado el 14 noviembre 2024 por Jimmy Fdz

 


Biblioteca Nacional S08E02. Después es la tercera novela que Stephen King ha publicado en la editorial Hard Case Crime (la segunda es Joyland y ya la comentamos, no se la pierdan), especializada en novelas, inéditas o ya publicadas con anterioridad, de narrativa criminal/policial hard-boiled pulp y todo eso. También estaba en la B.N.P.D., así que me dije, aprovechemos el tirón.

Después es una novelita sumamente entretenida pero ligera y menor dentro del corpus de King. De hecho me sorprende que haya sido publicada por HCC, ya que me da la impresión que dicha editorial se enfoca en novelas de marcado tinte adulto, en cambio Después es una novela juvenil, desenfadadamente juvenil, narrada por su joven protagonista, en primera persona, quien nos cuenta las complicaciones que a su vida ha traído el hecho de poder ver gente muerta, sí, como el niño de "Sexto Sentido", aunque, como pueden esperar, el tono de Después es menos terrorífico, escabroso, macabro, mórbido, y eso que no le rehúye a la sangre, a la violencia y a ciertos toques truculentos, pero claro, todo matizado y velado por esa onda PG-13 que reconoce la presencia de ciertos temas pero que los mantiene en un cómodo segundo o tercer plano, tras el borroso velo de la levedad.Son 250 páginas escritas replicando la personalidad o cosmovisión más o menos festiva, expansiva, entusiasta e irónica de su protagonista (en un ejercicio similar a lo que hizo con Dolores Claiborne, si bien dicha novela, que por lo demás tiene una cantidad similar de páginas, es mucho más compleja, profunda e interesante). King acierta bastante al acotar su relato a unos cuantos personajes perfectamente perfilados en sus motivaciones y personalidades (la madre del muchacho, un solitario vecino, la novia policía...), las cuales marcan una hoja de ruta coherente y constante, como una autopista bien asfaltada, que avanza sin problemas desde su punto de origen hasta su momentánea parcela final. Además, considerando que poco puede sorprender con el mero hecho de que alguien pueda ver fantasmas, sí tiene la a estas alturas probada habilidad para retorcer las expectativas, en no pocas ocasiones, subvirtiendo ciertas nociones o convenciones para darle un giro más o menos original a determinadas escenas: ir instalando y rompiendo reglas que le dan cierta emoción dramática al relato. En concreto, Después abarca desde la tierna infancia del protagonista hasta que va terminando el colegio, desde que descubre a su pesar su no solicitada habilidad, pasando por el ir aprendiendo a convivir con ella, hasta que descubre que a veces los humanos pueden ser aún más aterradores e impredecibles que un puñado de fantasmas, en especial si se enteran de la "utilidad" que puedan sacarle a dicho tétrico don: ya saben, todo depende de en qué manos se encuentre. Y he ahí otro acierto: que el argumento corra paralelamente en los rieles de lo sobrenatural y de lo humano, lo mundano, lo realista, tal como dije, como si las personas de carne y hueso fueran peor lío que los entes espirituales.Así las cosas, poco más hay que decir: Después es una entretenida y solvente novela adolescente sobre los misterios (ejem: las mentiras) de la vida terrenal. Si no la leen no se pierden nada, pero, tal como El instituto, puede ser el regalo ideal para jóvenes que quieran iniciarse en la imaginería y la literatura de Stephen King partiendo por estas novelas más ligeritas que, no obstante, sí tienen y destilan las inquietudes y preocupaciones conocidas de su autor, para luego ir poniéndose más heavy metal.

Después llegó a la Biblioteca Nacional en septiembre del 2021. Poco más de tres años después, ha sido prestada en seis ocasiones, el primero recién el año 2023. No tiene una cantidad de lecturas tan alargada como otros libros de King, pero denle tiempo, denle una oportunidad. Definitivamente no es lo mejor del maestro del terror, fácilmente la ubicamos dentro de sus novelas menores, pero oigan, un libro entretenido es un libro entretenido, peor es nada. Vayan por él.