No seré crítico de poesía y sus consiguientes muletillas: década, generación, escritura.
Peor aún: yo poético, qué cachivache inservible.
No vindicaré fechas de publicación fronterizas de tal y cual década.
Olvidaré por fin la revistita.
El grupito que se come las uñas del otro.
No diré la gloria de la fluidez en las redes.
Este blogcito pletórico, simpático, ágora con catarro.
No copiaré a Ludmer en mi cuaderno para decir
una vez más se terminó la literatura.
Me dedicaré a descreer esta frase mil veces pendeja
de Bolaño: "la literatura es un oficio peligroso".
Rencoroso vilioso vicioso pero peligroso da risa.
No la generación del hombre de arena
Ni la de la cabezona
Tampoco la generación del destazo ciego.