Como el dénim recién lavado. Como un papel recién pintado. Como la sangre recién nacida de un reverberante corazón.Y qué hago yo aquí, sentada delante de las teclas de un frío ordenador.
Lo mismo que hace el borracho sin su cuba, lo mismo que una embarazada desamparada. Igual que un guerrero sin patria, que un espartano sin lucha.
Soy una luz que no espera, un laberinto de tiniebla, un pintor que no se esmera, una mano que aún tiembla.
A veces siento que puedo llegar a desteñirme.
Y es cuando deseo poder llegar a desteñirme.