Acabo de tomarme una copa de vino tinto Destiempo en el bar de mi amiga Ana, el Aguardiente de Lavapiés, y tras saborearlo (joven, fresco y el toque justo de ese roble francés), no he podido dejar de sentirme afortunado por poder disfrutar de este producto tan exclusivo, de tanta calidad y rodeado de amigos en un mítico barrio de Madrid compartido por tantas gentes y de tantas partes de mundo.
Sobre Ana Bombal
Ingeniero Agrónomo, Máster en Tecnología Enológica, Máster en Viticultura, Enología y Marketing del Vino, experta enóloga… Fue Directora Técnica del Consejo Regulador de la D.O. Vinos de Méntrida, en la provincia de Toledo durante 7 años. Una profesional altamente preparada y valorada en este apasionante mundo.
En la actualidad también realiza conferencias sobre temas de enología, es docente y especialista en cursos de cata y organiza concursos de vinos, siendo miembro del jurado en multitud de certámenes.
Sobre su vino
Quizás como descripción de su composición y crianza podríamos decir que es un caldo realizado con base de uva Syrah (entre 90 y 95 %) y una mezcla de otras variedades; y que la línea de crianza se realiza mediante 5 meses y medio en barricas de 500 L y 225 L de roble francés.
Pero la composición del vino Destiempo ha ido variando a lo largo del tiempo. En el 2.005 tenía un 70 % de Garnacha de cepas muy viejas y un 30 % de Syrah, con 5 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés de 500 L. En el 2.006, cambió de línea aumentando el porcentaje de Syrah al 90 %, con una crianza de 5 meses y medio en barricas de roble francés de 500 L y de 225 L. En el 2.008, como novedad, se incorpora un estupendo Destiempo blanco, Verdejo.
“Destiempo es poesía que expresa juventud, potencia y armonía a ritmo alegre de fruta madura elegantemente abrazada a tostados y especias. Sensual y fresco, llena la boca de intensidad. Evoca apasionados versos manuscritos en cada copa, deseo en tiempo de destiempo.”
Lo que está claro es que Destiempo es un proyecto muy personal de Ana, hasta el punto en el que es ella la que lo distribuye personalmente a los distintos lugares donde se comercializa. La gente que conoce su vino la suele conocer a ella e incluso en algunos lugares aparece anunciado como “el vino de Ana”.
Esto es, sin lugar a dudas, un gran valor añadido que le da a un producto de muy alta calidad una diferenciación sobresaliente y a los que lo consumimos realmente la certeza de estar ante un vino Gourmet artesanal.