En un restaurante de comida italiana en Barcelona, recomendación de la prima de mi novio, nos encontramos con una decoración muy agradable y acogedora. El estilo del restaurante era claramente tradicional con toques artesanales y de restauración, pero lo que realmente me sorprendió fue la idea de las luces, donde colocaron botellas vacías para crear sus lámparas de techo.
Esta idea me parece de lo más acertada para espacios determinados como en el caso de los restaurantes, vinacotecas, tiendas gourmet, e incluso en tu propia cocina o comedor de invierno.
No cabe decir que la comida era excelente y el trato impecable. Nos quedamos llenísimos y el precio es muy aceptable.
Restaurante Gravin