LO POSIBILIDAD DE FINGIR
Una pregunta que se escucha con frecuencia es: "¿Es posible fingir en el lenguaje del cuerpo?" La respuesta general es "no", porque la falta de congruencia se manifestaría entre los gestos principales, las microseñales del cuerpo y el lenguaje hablado. Por ejemplo: las palmas a la vista se asocian a la honestidad, pero cuando el farsante abre las palmas hacia afuera y sonríe mientras dice una mentira, los microgestos lo delatan.
Pueden contraerse las pupilas o levantarse una ceja, o una comisura puede temblar, y esas señales contradicen el gesto de exhibir las palmas de las manos y la sonrisa «sincera». El resultado es que el oyente tiende a no creer en lo que el farsante está diciendo.
La mente humana parece poseer un mecanismo infalible que registra la desviación cuando recibe una serie de mensajes no verbales incongruentes. Pero existen algunos casos en que se simula un lenguaje del cuerpo expresamente para ganar ciertas ventajas.
PILLANDO AL MENTIROSO
El lenguaje corporal está ligado a las emociones de todo individuo, se expresa de manera inconsciente y siempre es espontáneo. Las palabras pueden engañar pero nuestro cuerpo no.
Pero, ¿cómo reconocer el lenguaje corporal de un mentiroso?
Existen varias señales del lenguaje corporal para descubrir a un mentiroso, sin embargo, existe una regla: deberemos de identificar al
menos dos gestos que nos confirmen el mismo mensaje de sospecha.
Veamos algunos ejemplos:
- Los mentirosos al responder a una pregunta hacen grandes pausas y dan respuestas cortas. Tardan más en responder que una persona normal, pues necesitan más tiempo para inventar la mentira. En cambio, para una persona normal, acordarse de la verdad le toma menos tiempo.
No obstante, deberemos verificar nuestras sospechas al observar el movimiento de sus ojos:
- La gente tiende a mirar hacia arriba y a la derecha para imaginar o crear una nueva respuesta, y abajo a la derecha para crear el sonido de un nuevo argumento.
- La gente tiende a mirar hacia arriba a la izquierda para recordar información ocurrida en el pasado.
- Un mentiroso estará más tiempo haciendo gestos con sus manos; puede rascarse el cuerpo o jugar con algún objeto, por ejemplo, una pluma. Cabe advertir que una persona que ha planeado sus respuestas tratará de controlar sus gestos.
- Al mentir, el individuo apretará sus labios en señal de que su boca tiene información retenida. Si este gesto es repetitivo indica ansiedad. El gesto se vuelve más revelador si chupa sus labios y además traga saliva, ya que cuando alguien se pone nervioso la boca se reseca y se traga saliva en señal de encontrar las palabras correctas por decir.
- En su intento por engañarnos, el individuo intentará no moverse demasiado. Señales reveladoras de su conducta falsa serán observarlo demasiado tieso o rígido y quieto.
- El lenguaje corporal de las manos está íntimamente ligado al corazón. Las manos y los brazos, después de la cara, expresan mejor las emociones de corazón. Un mentiroso ocultará inconscientemente sus manos y las mantendrá quietas, guardándolas en los bolsillos del pantalón o las colocará detrás de su espalda.
- Al igual que cerramos las cortinas de una ventana para que nadie vea el interior de un cuarto, de la misma manera una persona que miente cerrará todas sus ventanas que puedan revelar la información que no desea se descubra. Una señal de este comportamiento será cruzarse de brazos y/o de piernas.
- Al mentir las personas se sienten incómodas, por lo que se comportarán menos amigables que de costumbre. Cabe señalar que será más fácil que un amigo o familiar nos mienta puesto que no se pondrá nervioso. Ya nos conoce y eso le da confianza.
- Otra clave que puede reafirmar los puntos anteriores es que muestre una confianza excesiva, misma que podrá observarse en su tono de voz, volumen y comportamiento.
- Otra prueba contundente para descubrir a cualquier mentiroso es observar si sus palabras son incongruentes con sus movimientos y gestos. Por ejemplo, si el sospechoso vuelve la cabeza hacia el interlocutor pero su cuerpo apunta hacia el lado contrario o a la salida.
- Muchas personas que mienten se tocan la nariz o la boca. Cuando no se creen lo que oyen, se tocan la oreja.
- De forma involuntaria, las pupilas se contraen o dilatan. Cuando algo gusta o no gusta. Cuando estamos mintiendo, se producirá de forma automática.
- Por último, debemos observar su manera de sonreír. La sonrisa es el gesto más común para encubrir una mentira. Una verdadera sonrisa transforma la expresión del rostro por completo.
PRACTICAR: La próxima vez que juegues a un juego en el que se permitan los “faroles” (póquer, mus, etc.), aprovecha para practicar esta nueva habilidad de detectar mentiras. Aprovecha para observar un ejemplo de los anteriores. ¿Cuál es más fiable?
¿Cuál detectas más fácilmente?
OBSERVAR: En la TV, observa a los políticos, sobre todo cuando sepas que mienten descaradamente, cosa que sucede muy a menudo. ¿Qué gesto delator tiene cada uno de ellos?
Texto sacado del libro: Como conocer a las personas por su lenguaje corporal