Cuando sentimos que el recipiente está a punto de rebosar, es tiempo de preguntarnos si realmente vale la pena continuar o si es mejor detenernos.
Algo muy importante: hay cosas que no son negociables. Hay personas que intentarán jugar con tus principios y valores pero es mejor detenerlas y decirles que sus actos no son honestos.
Al final, es mucho mejor detenerse a tiempo antes de que el recipiente se rebose…
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