En las últimas semanas, la Guardia Civil ha detenido a varios empresarios agrícolas por las condiciones infrahumanas en las que tenían a los inmigrantes que trabajan en la recogida de la fresa. Una campaña que este año espera dar empleo a más de 60.000 personas solo en la provincia de Huelva.
Escondidos en el bosque en asentamientos de chabolas: son inmigrantes que no han conseguido trabajar en la recogida de la fresa en Huelva.
Este año, la cosecha es escasa y se ha dado prioridad a los trabajadores nacionales. Muchos inmigrantes se han quedado sin contrato, sin dinero y sin casa.
La Guardia Civil del Equipo de Atención al Inmigrante vigila las condiciones en las que viven y que no se cometan abusos contra ellos.
En las últimas semanas han imputado a varios empresarios por las condiciones en las que tenían a los inmigrantes. Una mujer llegó a pagar para que le contratasen; convivían con ratas y consumían agua contaminada de una fosa séptica.
Muchos de los que han conseguido trabajo en la recolecta son extranjeros contratados desde sus países de origen. El empresario se compromete a proporcionarles sueldo y vivienda dignos mientras dura la campaña.
La fresa espera dar trabajo este años a 60.000 personas solo en Huelva; una oportunidad laboral, pero que hay vigilar para que no se cometan abusos.