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Dexter: séptima temporada

Publicado el 24 diciembre 2012 por Wolfgang22

¡¡SPOILERS!!

Dex + Deb

Y llegamos al final de la séptima temporada de Dexter. La penúltima, para ser más precisa, y una que, al menos en el primer capítulo, prometía mucho, con Debra enterándose de golpe y porrazo que su adorado hermanito es un asesino serial y, de paso, terminando como cómplice del asesinato de Travis Marshall. Hacía años que los espectadores esperábamos que se diera este momento después de tantos escapes increíbles por parte de Dexter, pero ¿estuvo finalmente la temporada a la altura de las expectativas? Cada quien tendrá su opinión al respecto, y esta que escribo a continuación es solo una más de tantas. En lo personal, esperaba más, pero mucho más, de esta penúltima temporada que me pareció muy irregular y que, por momentos, hasta rozó lo aburrido.

A diferencia de todas las temporadas anteriores, esta vez no hubo un villano principal que deviniera en el target inmediato del Dark Passenger de Dexter, sino que hubo distintas storylines. El obsesivo y medio demente Louis siguió persiguiendo a Dexter y parecía que algo copado iba a salir de esa batalla entre los dos, hasta que de repente decidieron liquidarlo y ahí se terminó todo el teasing con el que nos mantuvieron pendientes desde la sexta temporada. Un desperdicio. Louis me caía pésimo, pero su relación con Dexter era interesante. Por otro lado, la storyline de la Hermandad Koshka podría haberse explotado mucho más (y mejor) porque Isaak (Ray Stevenson) era un personaje muy carismático, pero terminó teniendo un final tan repentino como poco satisfactorio (por no decir un tanto “Meh, ¿eso fue todo?”). Al final, los Koshka terminaron teniendo un propósito cuasi romántico: sirvieron para que Quinn encontrara su verdadero amor en una stripper (como si a alguien a esta altura del partido le interesara qué carajo hace Quinn con su vida) y para darle consejitos a Dexter tipo “haz lo que dicte tu corazón” (la escena final de Isaak, pronunciando como últimas palabras algo así como una oda al amor, sigue sin convencerme). Y ahí terminamos con los Koshka después de unos nueve capítulos. Graciasss, vuelva prontosss.

Isaak

La otra “villana” que apareció esta temporada fue Hannah McKay (Yvonne Strahovski), envenenadora y nuevo interés romántico de Dexter, esa persona que resulta ser la única que comprende sus instintos asesinos y bla bla bla. Voy a ser sincera: Hannah no me gustó nunca. Además de parecerme bastante insulsa, nunca terminé de creerme la profundidad de la relación entre ella y Dexter,  cosa que no me ocurrió con, por ejemplo, Lumen en la quinta temporada. Sí, ya sé que son personajes distintos y que esa historia era otra, pero para mí Lumen era un personaje mucho más fuerte y rico que Hannah. No estoy en contra de Dexter encontrando el amor y dándose cuenta de que hay algo bueno en esta vida, pero en esta temporada me pareció que este tema terminó rozando lo cursi (y con eso vuelvo a la escena final de Isaak que comenté antes). Lamentablemente, a juzgar por lo que nos dejó la season finale hace una semana, habrá que seguir viéndola el año que viene… o quizás menos, dependiendo para qué lado se tire el cuchillito de Dexter.

Expuestas ya mis críticas principales a esta temporada (que los villanos, que las cursilerías), y lamentablemente descartando al resto de los personajes de Miami Metro que han sido relegados a un tercer puesto donde no hacen nada importante, paso a lo que me pareció positivo: Debra Morgan. A partir del descubrimiento de Deb sobre la verdadera cara de su hermano, me resultó muy interesante ir observando a lo largo de cada capítulo el conflicto moral al que tuvo que enfrentarse. Durante seis temporadas, Deb siempre fue la chica que quería ser la mejor policía del mundo, la que quería hacerle honor a su padre muerto, la justiciera, la que hacía todo by the book, siempre obedeciendo las leyes. Al descubrir que Dexter era un asesino serial, tuvo que empezar a tomar la difícil decisión entre hacer lo moralmente correcto y honrar la profesión que tanto ama o proteger a lo único que le queda en este mundo de familia, a la persona más importante en su vida de la cual, para colmo de males, está enamorada. Decididamente no querría ser Debra Morgan. Excelente el trabajo de Jennifer Carpenter (que por momentos creo que superó a Michael C. Hall este año), me encantó ver el desarrollo de su personaje.

Debra fucking Morgan

Por otro lado, lamentablemente la season finale, salvo por un par de escenas, tampoco me convenció. Cuando había momentos de tensión, se esfumaban bastante rápido (¡Oh! ¡LaGuerta atrapó a Dexter! Y 3 minutos después Dexter andaba suelto de nuevo como si nada, su reputación intacta), y el famoso escape de la cárcel de Hannah me pareció muuuy facilón. Tampoco entendí qué aportaron concretamente tantos flashbacks sobre Doakes. En fin, esperaba más de este último capítulo. Fue más tranquilo de lo que esperaba y muy predecible, y no me dio la impresión de que fuera una season finale, aunque sí rescato un par de momentos: cuando LaGuerta puso a Deb entre la espada y la pared mostrándole toda la evidencia que tenía en su contra y, obviamente, el final. Lo mejor, sin dudas, fueron esos últimos minutos en los que Deb tuvo que decidir entre salvar a Dexter de las garras de LaGuerta o entregarlo a la justicia como corresponde. Así fue como terminamos viendo la que probablemente sea una de las escenas más shockeantes de la serie: Debra disparándole a LaGuerta y matándola en el acto (y también llenándola de huellas dactilares, pero mejor obviemos la enorme cantidad de detalles increíbles que hubo en este capítulo y vayamos a los hechos). Genial Jennifer Carpenter en esa escena. Me hizo sentir un poquito mal y todo, y eso que jamás quise a LaGuerta. En sí esta muerte no me sorprendió porque me parece que durante toda la temporada se fue viendo que, en algún momento, LaGuerta iba a terminar mal porque se estaba acercando peligrosamente a la verdad, pero desde un punto de vista “emocional”, la escena me gustó.

Chau LaGuerta

Una temporada de Dexter irregular y en general con más contras que pros, al menos desde mi punto de vista. Hubo varios capítulos de relleno y encima poco interesantes o que al final terminaron conduciendo a nada (repito: ¡la storyline de los Koshka!), y la season finale también me resultó predecible, pero más allá de todo esto rescato, por sobre todas las cosas, a Debra. Y a Dexter, claro, por ser el (tan particular) protagonista, aunque por momentos le hubiera pegado un par de cachetadas para que reaccionara y largara a Hannah. La relación entre los hermanitos Morgan ha sido, para mí, lo mejor de esta temporada y lo que me mantuvo enganchada. Afortunadamente, el año que viene parece depararnos muchas más escenas entre ellos dos y más drama, momentos complicados, y tensión. Sinceramente, lo que más pido a esta altura, y por el bien de una serie que supo tener durante varios años guiones impecables, es que esa temporada final esté a la altura de las circunstancias y de sus protagonistas, y que aunque sea por los doce capítulos restantes Dexter vuelva a ser la gran serie que supo ser.


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