Dia 136: Workaholic

Juiceaholic

Esta noche estoy regresando a casa luego de una larga jornada. La tienda ha estado ocupada casi todo el día. Tras salir de la oficina, llegué rápidamente y comencé a apoyarlos a Albertito y a Nils, con la gente que iba y venía, preguntando, algunos, cerrando contratos, otros. Eso es bueno, y me sentí muy contento al presenciar por primera vez esta escena en la que nos faltaban manos para atenderlos a todos. Supongo que no siempre se repetirán estas cosas (oh quizá sí), así que debo aprovecharlas al máximo. Nils me acompañó una vez más hasta cerrar la tienda. El pobre anda algo afónico y enfermo, yo lo fastidio siempre porque parece medio hipocondríaco, pero lo cierto es que es un tipo algo enfermizo. A pesar de eso, siempre me ayuda hasta el final de manera incondicional. Es un buen tipo y en verdad me da gusto haberlo conocido.
Se merece que le pague mucho más de lo que gana, pero por el momento aun estoy en esos primeros meses en los que todo lo que ingresa, egresa automáticamente. Hace unos días vi mucho dinero en la caja del local, pero apenas les pagué a ellos, el mantenimiento, los permisos y tanta cosa pendiente… me quedé literalmente con UN SOL. Aún así, me he prometido a mi mismo que lo primero que haré cuando empiecen a caer más ingresos, es levantarle el sueldo y buscarle un 'chupe' (asistente) para que pueda tener un horario más flexible y no descuide la atención a su perra Dana, quien es por el momento, su única responsabilidad en la vida. A la salida, Nils me acompañó a tomar un jugo, recordé que una vez mas no había almorzado, y aunque sé que eso es algo que no debo hacer, hay veces en las que es de alguna forma inevitable pues suelo aprovechar mi hora del almuerzo en la oficina, para irme a hacer los trámites de la tienda y/o avanzar algunos diseños, hoy por ejemplo, me pasé todo el almuerzo en el banco, pagando la letra de un préstamo y coordinando con unos clientes vía telefónica. Cuando me di cuenta, ya había acabado mi hora de almuerzo y tuve que seguir adelante con mi chamba nomas... Espero tomar las precauciones para que no vuelva a pasar. Ayer tuve una pequeña crisis de Meniere en mi habitación, pero fue una crisis muy afortunada, pues me dio justo cuando me iba a dormir, así que prácticamente ni la sentí. (La salud es primero, Mijaíl… ¡no seas cojudo!)Llegué a casa y me puse a diseñar un logo para una cevichería que quiere mezclar sushi con cebiche y recién va a ser inaugurada. Los dueños son dos jóvenes que apenas llegaron a mi tienda me dijeron “Queremos algo bacan, por eso estamos aquí”. Estaba cargado de chamba, pero no me pude negar a trabajar de cero una propuesta creativa. ¡Eso es lo que me gusta!, diseñar conceptos, imaginarme cómo quedarán pintadas las paredes, cómo se ubicarán las barras, qué tipo de colores tendrán los manteles, el diseño de los individuales, de las cartas, del uniforme de su personal, de las boletas, de sus facturas, todo, estéticamente cuidado y cuadrado. Eso es lo que me gusta a mí, pues siento que mi propuesta no es solo un par de vectores unidos y coloreados, sino que son una idea, son creatividad…Alguna vez quise estudiar publicidad, pero los recursos en casa eran muy limitados y tuve que aceptar mi realidad y esforzarme por estudiar la carrera en una universidad pública cuyo ingreso lo veía años luz lejano, por lo complicado que era el examen de admisión. Por suerte, ingresé y tuve los mejores años de mi vida y una formación académico-personal estupenda. Al inicio me sentía frustrado por no estudiar publicidad, pero poco a poco eso fue cambiando y me di cuenta que el cielo es el límite y que uno realmente puede dedicarse a lo que le de la gana, si en verdad lo quiere hacer... por más pussy que pueda sonarles eso…  Y ya ven como sin querer queriendo, estoy comenzando a trabajar en lo que realmente me gusta… Las cosas siempre suceden por algo… estoy cada vez más convencido.  Y aquí el diseño que le presentaré mañana... ;)
# antes de ti:  el pez bravo.Enviado desde mi  BlackBerry de Claro.
PD. Los próximos días serán difíciles... Aun tengo que matar un monstruo. El de ayer, fue derrotado, y es por eso mi tranquilidad del día de hoy. Veamos que ocurre...