Dia 158: Tercera carta para TI

Publicado el 25 diciembre 2012 por 160


Lima, Martes 25 de Diciembre del 2012,
Estimado TI, 
Sé que todo lo que te voy a contar a partir de este momento, va a causarte una gran sorpresa. Seguramente no tienes ni idea de lo que ha estado ocurriendo todos estos meses a tus espaldas. Mientras tu continuabas con tu vida y buscabas cumplir ese sueño que alguna vez compartiste conmigo (y que retraté en un dibujo), una persona llamada YO, creó este blog, al cual decidió llamar "160 Antes de ti" y así fue como comenzó todo.
Empezó aquella mañana en la que te dije hasta pronto. ¿Por qué? Simple. me asusté, sentí miedo de lo que empezaba a sentir, de esa necesidad de saber de ti, del saber que te extrañaba, y que comenzaba a enamorarme. Pero era todo tan pronto, tan rápido tan a prisa, que supe realmente que no iría a nada bueno. Ya sabes lo que dicen, lo que fácil viene, fácil se va, y yo no quería que lo nuestro sea algo fácil... nos encontramos por alguna razón, en el momento en el que más te necesité, apareciste, me sacaste de un camino oscuro, y me devolviste a la luz, me hiciste ver de nuevo a la vida, y te convertiste sin proponértelo en protagonista de esta historia que dentro de poco llegará  a su final.
Antes de TI, sentía muchos miedos, mucha inseguridad, muchas heridas viejas que aún no habían podido cicatrizar, necesitaba ese tiempo, ese reencuentro con mi historia, con mi pasado para poder realmente comprender que todo ha tenido un sentido en la vida desde siempre. Antes de TI, no había probado nunca comida árabe, ni esas bolitas de carne de cordero que realmente sabían horrible, pero que de alguna manera tu compañía le dieron ese sabor dulce que me encantó.
Antes de TI, tampoco había comido nunca en un parque, allí sentados los dos mientras el mundo pasaba en nuestras narices y nosotros atragantándonos con bocaditos chinos, mimando gatos chuscos, contándonos historias, disfrutando de lo sencillo de la vida.
Antes de TI, no me habían dicho que soy guapo ni que gustaban de pasar tiempo conmigo, o tal vez si lo habían hecho, pero nunca había sido una cuestión reciproca, como la que sentí a tu lado.
Antes de TI, no había besado a alguien en la calle, en aquella banquita de ese frio pasaje miraflorino, allí esquivando las miradas ajenas, explorando tus labios dulces. Nunca antes le había dicho a alguien "¿Te puedo besar?" y nunca antes alguien me había respondido "Los besos no se piden, se roban". Y te robé uno... dos, tres, y tal vez te habría robado muchos más pero lamentablemente ya no se pudo.
Antes de TI, no había sentido la necesidad imperiosa de predecir el futuro y dibujarlo en un cuadro de madera. No había deseado realmente que sea feliz otra persona más que yo, por si no te diste cuenta, en el dibujo que espero aún mantengas contigo, te dibujé solo, cumpliendo tus sueños, solo. No porque deseara dejarte solo de por vida, sino porque comprendía que si en algún momento llegabas a tomar ese paso mayor hacia tu felicidad, no dudaría un segundo en dejarte ir para que lo cumplas, conmigo o sin mi, pero cumpliendo sueños.
Antes de TI, no me había imaginado escribiendo a diario una experiencia, para poder regalártelas todas y que me conozcas tal y como soy.
¿Sorprendido? supongo que sí... pero aún hay más. Esta vez te escribo para contarte que están a punto de cumplirse los 160 días desde que dejamos de vernos, pues gracias a ti es que comencé este recorrido y es contigo que quiero terminarlo.
Alguna vez, a mis 14 años, enterré en mi jardín una caja con muchos recuerdos que tuve a esa edad. Enterré fotos, cassettes con mi voz grabada a esa edad, un mechón de mi pelo, periódicos de la época, y un cuestionario escrito a puño y letra donde me hago una serie de promesas que debía cumplir al llegar a los 27 años de edad. La idea era superarme, crecer, ser una persona mejor de lo que era. Tuve una infancia algo difícil, y ni qué decir de mi adolescencia, por lo que esas promesas que enterré en mi jardín, fueron una prueba de vida, un reto hacia mi mismo que supe algún día podría revelar y reencontrarme con mi pasado.Viajar en el tiempo.
Había cumplido ya 26 años y todo se estaba yendo al carajo. Gran parte de las cosas que me había prometido lograr, las había olvidado, y prácticamente no hacía nada para encontrar la felicidad que tanto anhelaba. Me encerré, y te lo dije cuando te conocí, era un hongo, un tipo uraño, aislado, un ermitaño que solo vivía para trabajar, comer y dormir, nada más. Un tipo sin sueños, sin ilusiones, sin pasiones, ni nada que lo hiciera sonreír.  Y ahí fue cuando apareciste tú, como uno de esos tantos protagonistas que han marcado mi vida, llegaste para recordarme eso, para hacerme sonreír a pesar de que el contexto de nuestro encuentro fue el diagnóstico de aquella enfermedad que desde entonces me ha acompañado, pero que he sabido superar y sobrellevar a diario, gracias también a tu apoyo.
Te dije que no era nuestro momento, y no intento por nada del mundo de decirte que éste sí lo sea, pero de lo que estoy plenamente seguro es que luego de recorrer estas 160 historias, el Mijaíl que conociste aquel día, no es el mismo. No es mejor, ni es peor, es simplemente un Mijaíl sin miedo, orgulloso de su pasado y que reconoce su fortaleza a cada paso que da.
Sobre lo que me ha pasado últimamente, te cuento que he conocido mucha gente, muchos bloggers que resultaron ser un mundo aparte al que llegué y quienes me recibieron con los brazos abiertos y formé una linda amistad. Esperaron a diario conocer más de mi historia y eso ha sido algo que realmente me ha da muchos más ánimos para expresarme y no rendirme. Incluso, un chico llamado Renzo, blogger también, que vive exactamente la misma historia del Mijaíl de 14 años, ha decidido enterrar también su propia máquina del tiempo y hacerse las mismas promesas que alguna vez me hice yo. Eso me enorgullece y me hace sentir que en verdad he logrado inspirar, aunque se a una sola persona es más que suficiente, y que todo lo que he construido hasta hoy en esta historia, no ha sido inútil.
Ahora también ya tengo mi propia tienda, sí, aquella que cuando te conocí sólo era parte de un proyecto lejano que me animaste a continuar. Bueno pues, lo conseguí y las cosas, están mejorando cada día que pasa. Los detalles, ya te los contaré después...
Y bueno, esta carta ya se está pasando de larga, así que iré de frente al grano. Te voy a pedir a continuación dos cosas, las cuales espero en verdad que puedas cumplirlas. La primera es que leas las dos cartas anteriores que no llegué a entregar en tus manos. No te pido que leas todo mi blog porque en unos cuantos días, hacerlo, será una tarea casi imposible, pero por lo menos, deseo que leas las dos cartas que ya te había dedicado.
1. Primera Carta para ti
2. Segunda Carta para ti
Después de leerlas, paso a hacerte la pregunta que he estado esperando hacerte desde el día 00 de esta aventura. Deseo volverte a ver, ¿Una cita?, sí, deseo una nueva oportunidad contigo, no sé si sigues solo, o si ya encontraste alguien más que te hace sentir pleno y feliz, no sé si has pensado en mí o me has olvidado por completo, no sé nada... pero ya sabes lo que dicen, quien no arriesga, no gana, y esta es una de las nuevas virtudes de este nuevo Mijaíl, me arriesgo sin dudarlo un segundo y no me arrepiento de las decisiones que tomo.
Toda cita debe tener un lugar, un point, una coordenada exacta que permita la ubicación de los cuerpos, ya lo decidí y creo que es un lugar especial, que solamente tu y yo conocemos. Aquel pasaje miraflorino donde te robé el primer beso. Aquel lugar es especial y quiero volverte a ver allí mismo.
¿La hora?
Bueno, soy consciente que será dificil acertar con tus horarios, eres tu siempre el de los horarios complicados, pero una vez más, me arriesgo. Te esperaré allí, en el lugar elegido, el día 27 de diciembre del 2012 a las 8 de la noche.
¿Que espero?
He conocido mucha gente, he sido feliz con personas especiales, me han enseñado a crecer, y sinceramente creí estar nuevamente enamorado, pero hay veces en las que el corazón no decide. Desde el día 00 hasta el día 160, te he esperado a TI.
¿Estoy nervioso?
No, nervioso no, estoy emocionado porque volveré a verte y porque con eso, estaré cumpliendo una promesa que tuve guardada desde hace más de 12 años.
Te espero, TI
MIJAIL
PD. Este mensaje está siendo derivado en este preciso instante a tu bandeja de correo electrónico y a tu inbox de facebook. Dejaré que todo siga su curso normal, espero lo veas a tiempo.