Dia 160: Tren con destino a la felicidad.

¿Final Feliz?

"Mijaíl... hoy no podré verte pues tengo guardia en el hospital... tenía que llamarte porque a ti no te puedo dejar plantado, jamás te haría eso..."
Y claro, lo entendiste, es médico... es su profesión, sabías que eso podría ocurrir y por eso lo asumiste con tranquilidad y algo de resignación... pero luego siguió la conversación, siguieron las palabras, las risas, las preguntas, las respuestas, pero a pesar de que hubo un último momento en el cual te preguntaste "si no es hoy... ¿podremos vernos más adelante?" y la pregunta quedó en ti, porque supiste muy bien la respuesta incluso antes de hacerla. Claro que se verán más adelante, cuando a ambos se les de la gana de hacerlo, no hoy, no mañana, no pasado, no habrá ningun contador que fuerce dicho encuentro. Simplemente ocurrirá en algún momento. Lo supiste y te sentiste libre. ¿De que? de una promesa, de una aventura que emprendiste para lograr reencontrarte con dos personas importantes. Con TI, y con TIGO mismo.
"Adios TI" o bueno... "Adios, Renato" y el último tren, el que pasa exactamente a las 7 PM de la noche, se fue... se fue y te dejó nuevamente solo en aquella triste estación. "Lastima aquí no tengo geranios" - Pensaste.

Jackson y su madre

Pero te sorprendiste gratamente cuando al voltear la mirada, te encontraste una vez más con Jackson y su madre, ¿Fue coincidencia?.. era ella, nuevamente, junto a él, lamentándo el no haber podido llegar a tiempo para coger aquel tren que también me dejó a mi "Ya se fue el tren, mi amor, pero ahora viene el siguiente, tranquilo". Y luego, una vez más comenzaron a conversar sobre aquellos gatos que habían dejado solos en casa... sonreí.
 Recibiste el mensaje a las 12:01 de la media noche  
"Hoy es el inicio del final Mijaíl, ¡feliz cumpleaños! Atte.. Tu Dalai Lama".
Si bien debías ir a la oficina, solo estuviste allí por la mañana. Todos te dieron un fuerte abrazo. Te trajeron un globito azul, de esos que nunca dan a nadie, pero el día era tan especial que parecía que todos así lo comprendieron. Te regalaron chocolates... y una de tus amigas, sí... ella, te entregó una vez más un caramelo cocoroco.  Sin palabras, solo te miró y te lo entregó en las manos como diciéndote "Leo tu blog desde el inicio y sé que esto de va a encantar". Te emocionaste.
"Jefa, debo reencontrarme con un viejo amigo, necesito salir temprano hoy".
"Ve, Mijaíl, disfruta de tu día..." (La quisiste más que nunca)
Corriste hacia la estación del tren. Eran ya las 3 PM, tenías solo un par de horas para llegar a encontrarte contigo mismo. Pronto la luz del día se acabaría, estabas contra el tiempo. Llegaste a casa, tu madre te abrazó y te dijo "No tengo un regalo más grande para ti, pero espero te guste, Mijaíl" y  sacó un par de medias de los Simpsons, con tu nombre bordado en ellas. Lloraste. Sí, lloraste como un niño, porque supiste que era el regalo más bello que te hayan podido entregar. Porque nuevamente fuiste testigo de la belleza de los detalles, aquellos detalles simples que ni todo el dinero del mundo podrán comprar jamas. "Gracias, mamá" le dijiste y le pediste que te deje a solas por un momento pues debías hacer algo importante. Cogiste la pala y enrumbaste el camino hacia tu encuentro.
El papayo salió cuidadosamente, pudiste sacarlo a un lado, asegurandote de que todas y cada una de sus raices se mantengan intactas.  "Listo amigo, ahora con tu permiso, debo encontrarme". Le dijiste.
Cogiste la pala, y comenzaste a cabar. Cabaste con fuerza en esa tierra tan dura, tan dificil con rocas, piedras, ladrillos y demas cosas que fuiste descubriendo a medida que tu cuerpo comenzaba a perderse en aquel hoyo. ¿Que había pasado? ¿Dónde estaba tu tesoro?, tu madre parecía tener la respuesta, pero no la creíste. "Durante tu viaje a Estados Unidos, cuando tuvimos que hacer algunas remodelaciones y cambiar las tuberías, fue necesario remover la tierra... lo que busques, puede que ya no esté allí..."

Mis curiosos acompañantes...

Te negaste a creerlo. Te resististe a pensar que todo tu esfuerzo fue en vano, que todo ese tiempo estuviste esperanzado en encontrar algo inexistente. Algo que en tu ausencia, manos ajenas habían sustraído, que algún desconocido, o conocido, te había quitado ese privilegio.
"Mamá, ¿estás segura que los obreros trabajaron aquí?, ¿Cerca al papayo?".
"Sí Mijaíl... mejor no sigas cavando, seguro por allí lo han enterrado más... o ya no está..."
"Nada mamá, aún seguiré buscando... es algo importante para mí, muy importante y tiene que estar aquí".
Seguiste cavando y te diste cuenta que ya no había luz, que había entrado la noche y que los únicos que te acompañaban en ese espectaculo solitario, eran tus dos perros. Nadie más comprendía el porqué de tu actitud, porqué ese hoyo inmenzo comensaba a cubrirte por completo. Tus manos comenzaron a arder, te dolían mucho, y al volver a mirarlas luego de tanto forzar la pala, te diste cuenta que las tenías manchadas en sudor y sangre. Te frustraste, te sentiste mal. No podías haber cavado tan hondo aquella vez... no era posible que tu caja se haya hundido tanto. Algo andaba mal.
Y de pronto sonó el timbre de tu casa. "Mijaíl, tus amigos están aquí...han venido a saludarte".
"¡Que se vayan, mamá...  diles que no estoy, aún necesito seguir buscando!"
"Han venido con un pastel... han venido a buscarte a tí, hijo... ¿lo que tienes enterrado allí, es más importante que lo que tienes ahora?"
"Mamá, no entiendes... he esperado mucho tiempo por este momento..."
"Seguramente, pero sea lo que sea que tengas escondido allí, ya no está... mira todo lo que has logrado, eso es lo que importa... lo demás ya es pasado. Tus amigos quieren pasar tiempo contigo, sal de ese hoyo en el que estás metido...".
Tu madre te quería decir algo... entendiste que ella sabía más de lo que tu creías...  y finalmente, tuviste una visión en la que pudiste comprender lo que en verdad había ocurrido con tu máquina del tiempo. Entendiste en ese momento que ya no valía la pena preguntarle más.  Su orgullosa mirada hacia ti, lo decía todo.
Saliste de tu hoyo, dejaste a un lado la pala, y así... sucio como sabían que te iban a encontrar, decidiste salir a saludar a tus amigos.  
"Ustedes saben muy bien porqué el día de mi cumpleaños estoy como un pordiosero... me baño y salimos, ¿ya?".
Te cantaron el happy birthday tradicional, sin velas que soplar, pero con un divertido tortazo en la cara que por primera vez en tu vida te hacían. Y claro, salieron a divertirse, a vivir esa noche al máximo, los últimos minutos de ese 27 de diciembre, fueron así, entre mis amigos, aquellas personas que te quieren, que te aceptan como eres, con tu familia, que desea siempre lo mejor para ti, y entre tantos saludos de gente que no te conoce, pero que gracias a este blog, llegaron a encontrarte... entre ellos, uno especial, el pata anonimo, a quien en adelante llamarás Juan Miguel, y con quien esperas seguir construyendo una bonita amistad, pues ambos saben muy bien que encontrar buenos amigos, hoy en día, es una tarea heroica.

Erase una vez un Mijaíl triste...

Habrán quienes digan... ¡¡Que pena!!, no encontraste tu máquina del tiempo, ni encontraste el amor... No se darán cuenta que en todo este tiempo tu has venido usando aquella máquina una y otra vez. Volviste en el tiempo, te reencontraste con tu historia, entendiste muchas cosas que hasta hoy te ataban al pasado y finalmente pudiste enamorarte de TI mismo. ¿Puede ser este entonces el final feliz que todos tus lectores estuvieron esperando?
***
Anonimo Fantasma dice: (Mensaje enviado el 27/12/2012)

"¿Que quien soy? He de quitarte la ilusión y decirte que no soy aquella persona que llamas TI. Esa es mi principal pista... ¿Por que encerraste toda la historia y la llevaste hacia TI? Si al principio de lo que hablamos dijiste que Ti no era necesariamente esa persona que conociste y se "hubo ido", sino TI era alguien especial. TI a fin de cuentas no es ese "sujeto fantasma" al que has hecho mediatico aqui, sino TI es alguien mas profundo,alguien que tu podrias llegar a querer y con el tiempo amar de verdad,alguien a quien dedicarias el tiempo que nunca tienes, alguien a quien respetarias y sonreirias muy a pesar de los problemas que te agobian...TI es un sujeto que trasciende al amor que tu mereces, que tu te has ganado en esta dura batalla y que te hara feliz de verdad, esa persona es TI. PIENSALO."

Si logras descifrar mi identidad, y logras contactarte conmigo antes de la medianoche te regalaré un secreto. De lo contrario, he de desaperecer, pues mi estancia ya ha concluido.

Saludos.

Posdata: ¡Feliz cumpleaños!

Fantasma

Luego de leer este último mensaje del Anónimio Fantasma, supiste en verdad quién era él. Era aquel chico que alguna vez dejaste de lado cuando te abrió su corazón, el que te dijo "si me permites, puedo hacerte feliz". Aquel de quien no pudiste enamorarte, pero que desde el inicio de esta historia, había venido siguiendote, leyendote a diario, comentando tus vivencias, y procurando ayudarte a no perder el rumbo. Que toda esta travesía no sea solo por una persona, que no sea solo por TI, sino por TI, Mijaíl. Aquella persona que tuviste en tu tienda hace un par de semanas, y que te esperó incanzablemente mientras tu vivías tu mundo, y una vez más, lo dejaste plantado...
Cogiste el celular de inmediato, siendo las 11:58 de la media noche, y te contestó de inmediato. "¿Omar... eres tú, verdad? ". Y su respuesta era la que esperabas escuchar.
"Así es, Mijaíl... Yo realmente quiero lo mejor para tí y todo lo que has escrito me pareció hermoso, disfruté cada experiencia que contabas, me atrapaste... por eso necesitaba una forma de llamar tu atención, para que vuelvas a concentrarte en ti mismo... en nadie más, que dejes de pensar en ese tal TI, porque debías volver a la escencia de esta historia... al verdadero objetivo, a lo importante. Intenté hacertelo saber personalmente, pero una vez más parecías lejano, no me hacías caso... por eso aparecí como el fantasma, porque quería que en verdad seas feliz..."

Anonimo Fantasma... Omar.

Le agradeciste, te emocionaste, y luego de tantas preguntas y tantas respuestas... lo felicitaste por su próximo aniversario, pues desde hace un año, él está enamorado de aquella persona que supo corresponder a sus sentimientos. Le preguntaste que harían por año nuevo, que planes tenían... y tras contarte su alegría, supiste realmente que el haberle hecho entender que "no podrías dividir un atomo con tus manos" fue una de las mejores decisiones que pudiste tomar. Es feliz, encontró el amor y la estabilidad que tu no podías ofrecerle en ese momento... pero al mismo tiempo, no pudiste evitar sentir una vez más que aquel tren se iba sin ti, sin TI y sin TI, Mijaíl, aunque esta vez tuviste la certeza de que habías hecho lo correcto.
Al día siguiente...
"Dalai... Eu quero ir ao brazil com vocé"
"MUITO OBRIGADO, MIJAIL!!!!", te respondió Dalai.
Dale clic aquí y descubre el final de esta historia...
PD. Lo siento Gary Sanabria, este último post merecía ser algo largo... :)