Siempre acabamos mirando los rayos del sol. Aunque sepamos que nos hacen daño y podamos perder la visión. Deformamos las figuras, quedamos ciegos, somos incapaces de expresar los límites, se extiende un fuego en nuestras almas que anula las creencias. Cinismo. También hay cinismo en la codicia.Dormir es enfriarnos. Es dejar de pensar, es apagar el fuego, el calor, pero también es mover lo inamovible, es rescatar las escondidas sensaciones y regresar a la naturaleza, a un estado primario, ascender y descender con el aire.Este cinismo es ahora vulgar. Está manipulado y dirigido, busca un fin. Un fin que no se acerca a la vía de la verdad, tampoco a la vía de la razón. Este cinismo vulgar camina hacia la codicia.Ninguna persona conoce ni conocerá nunca la verdad. Sobre las cosas que ocurren solo existen opiniones. El principio de la mentira es la codicia.El silencio es nuestra primera respiración, la semilla de la vida.
Siempre acabamos mirando los rayos del sol. Aunque sepamos que nos hacen daño y podamos perder la visión. Deformamos las figuras, quedamos ciegos, somos incapaces de expresar los límites, se extiende un fuego en nuestras almas que anula las creencias. Cinismo. También hay cinismo en la codicia.Dormir es enfriarnos. Es dejar de pensar, es apagar el fuego, el calor, pero también es mover lo inamovible, es rescatar las escondidas sensaciones y regresar a la naturaleza, a un estado primario, ascender y descender con el aire.Este cinismo es ahora vulgar. Está manipulado y dirigido, busca un fin. Un fin que no se acerca a la vía de la verdad, tampoco a la vía de la razón. Este cinismo vulgar camina hacia la codicia.Ninguna persona conoce ni conocerá nunca la verdad. Sobre las cosas que ocurren solo existen opiniones. El principio de la mentira es la codicia.El silencio es nuestra primera respiración, la semilla de la vida.