Desde hace bastante tiempo con mi familia realizamos el viaje por carretera de Osorno al paso Fronterizo Cardenal Samore. Siempre adore la ruta porque ofrece postales alucinantes, bordeando el lago Puyehue. Un recorrido que te obliga a ir pegado a la ventana para no perderte nada. Al pensar en esto se me vienen imágenes de un puente que lleva aguas turquesas con troncos de arboles, como quiero poder detenerme un día ahí. Espero darme el tiempo y descansar acompañada de un bello paraje.
La visita de hoy estuvo acompañada de un cielo cubierto de nubes grises y lluvia por momentos. Un día oscuro pero para nada feo. Me ofreció otra perspectiva del lugar. Una de mayor tranquilidad, cercanía con la naturaleza, silencios infinitos, montañas cubiertas, verdes oscuros bien marcados… Un encuentro interior y a la vez exterior que me hizo salir de mi mal estado de animo.
Se que volveré a pasar por aquí!
(Fotografías de mi amigo Pedro Perez)
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