Revista Diario

Dia 45: Un reto llamado Familia

Publicado el 02 septiembre 2012 por 160

Dia 45: Un reto llamado Familia

Una familia feliz...

¿De cuándo aquí tú estás interesado en unir a la familia?
Esa ha sido la frase más sonada en mi cabeza durante las últimas semanas. Básicamente mis padres y hermanos han sido los encargados de posicionarla a más no poder cada vez que les mencionaba mi intención de hacer una parrilla de integración en un club campestre en la cual podamos participar todos.
Ellos me conocen muy bien, y les resulta difícil entender cómo es que aquel tipo que se encierra en su cuarto cada vez que toca ir a casa de la abuela por su cumpleaños, ahora pretende integrar a una familia que de por sí, hace mucho tiempo está agonizando.
"¡Un milagro!" le dije en broma a mi madre cuando me cuestionó la iniciativa. "Simplemente pienso que nunca es tarde para comenzar y que alguien debe hacerlo... apóyame con esto mamá", proseguí. Y así fue, mi madre se comprometió a ayudarme y vaya que lo intentó, pero teníamos aún un grave problema. Ninguno de mis 5 tíos y sus respectivas familias, parecían ponerse de acuerdo para establecer una fecha idónea. Todos andaban muy ocupados en sus mundos y probablemente les llegaba altamente saber lo que un individuo, a quien a las justas habían visto durante el año, ahora pretendía decirles.
Al final, la parrillada había sido programada para el jueves pasado, aprovechando que caía feriado, sin embargo, justo por esos días en casa nos encontrábamos en pleno duelo por el fallecimiento de mi tío y por eso yo estaba indeciso si era o no prudente hacer la reunión, pero me convencí de que no sería posible cuando comenzaron a llamar los invitados para cancelar su participación, cada uno con una excusa mucho más absurda que la anterior. Me sentí frustrado, pero no derrotado.
Pasados los días, opté por tomar el toro por las astas y le dije a mi madre "Si Mahoma no va a la montaña, la montaña irá a Mahoma", y fue así que decidí hacer el día de hoy, un lonche en la casa de mi abuela, aprovechando que queda muy cerca a la casa de mis demás tios. Todos fueron invitados con un día de anticipación y puse cómo excusa que habría un coffee break especial que podrían degustar libremente (Ya saben, todo entra por el estómago).
Por la tarde, salí al súpermercado con mis padres y hermanos, y compramos algunas cosas que nos faltaban. La verdad era que si bien el lonche estaba ya asegurado, no tenía la verdad una idea clara de lo que iba a decirles, estaba algo nervioso porque esta sería la primera vez en que Mijaíl adulto hablaría con ellos. Decidí no complicarme la vida y dejé que todo fluya naturalmente.
El lonche ya estaba listo, todo estaba en su sitio, pero a las justas tenía a un par de tios presentes, los otros tres brillaban por su ausencia. Aún así, decidí comenzar la reunión, y justo cuando me ponía a pensar "Que demonios les voy a decir", aparecieron tras la puerta mis otros tres tíos con sus respectivos hijos y esposas. Fue muy agradable poder volver a verlos, aunque noté de inmediato que mis primos me miraban con cierta distancia. Era lógico, no me conocían.

Dia 45: Un reto llamado Familia

El pan que alguien dejó a medio comer... un "Pendiente"

Y di inicio a la reunión. Utilicé primero la dinámica del ceviche, ¿Han oído de ella?, es fácil y sirve para reuniones en las que deseas romper el hielo y hacer que todos se rían y compartan un buen inicio. Le pides a cada uno de los invitados que mencionen el nombre de un ingrediente del ceviche. "Yuyo", por ejemplo. Entonces, cuando todos los participantes han nombrado su ingrediente, tu les tienes que pedir que digan "Todos los días al levantarme lo primero que hago es lavarme el "Yuyo", es decir, deben agregar el ingrediente que han elegido. Así las risas están garantizadas y por suerte, no fue la excepción con mi familia pues se rieron a carcajadas.
Tras este exitoso comienzo, me sentí mucho más seguro y fue allí cuando empecé a explicarles el motivo de la reunión. Por suerte, logré captar su atención y parecían muy interesados en cada cosa que les decía. No les dije que quería una familia perfecta, una familia a lo Ingalls, ni nada por el estilo. Simplemente les manifesté mi predisposición a recuperar el tiempo perdido y ayudarlos a conocernos todos mejor.
De inmediato me di cuenta de ciertos problemas evidentes. Tengo varios primos que aún son adolescentes pero que a las justas se miran. Una de mis primas, por ejemplo, se fue a un lado y a las justas alzaba la mirada. A pesar de que vive al lado de mi otra prima, nunca se dirigen la palabra, por quién sabe qué motivo pero actuaban como dos desconocidas. Lo mismo sucedía con mis tíos, eran islas tratando de protegerse. 
Continuamos con otras dinámicas que buscaban que cada uno conozca mejor al otro y con juegos comunes que resultaron la delicia de todos y por primera vez en mi vida vi a mi familia reirse y disfrutar de estar juntos. Me di cuenta que mis cinco años de carrera universitaria y mi especialidad de comunicador organizacional, finalmente rendían sus frutos y tenían un sentido más para mi vida.

Dia 45: Un reto llamado Familia

Dinámicas... mi carrera en juego :)

Casi al final del encuentro, tocó el momento de compartir opiniones y de pronto todo se convirtió en un mar de lágrimas. Me di cuenta que no sólo yo había tenido heridas aún abiertas, ellos también vivían su propio dolor y sin darme cuenta, comenzaron a contar lo bien que se sentían de estar juntos y lo mucho que deseaban que alguien pudiera tomar esa iniciativa. Tampoco faltaron los reproches, las quejas, los ataques, cosa natural pues, como les menciono, tenían mucho sentimiento guardado dentro de ellos y era la primera vez que podían expresarlos.
Les pedí a todos que tengan mucha paciencia, que la idea es que podamos reunirnos frecuentemente y logremos conocernos mejor, pero sin reproches, sin mirar atrás, pues eso ya no era de importancia. Lo que ahora quedaba era simplemente hacer algo para mejorar, y creo que pudieron escucharme y me sentí más que satisfecho con ello.
Al finalizar, decidimos qué familia estaría a cargo del próximo lonche y salió "ganador" mi tío José,  aquel tío que alguna vez, cuando era muy niño, me dijo algo que nunca pude olvidar "Eres un mocoso cobarde, no quiero un sobrino que no juega futbol...", Sí, de esas palabras que a un niño lo marcan para toda la vida (y que hacen que odies aún más el futbol). Y miren como son las cosas, él ahora es un hombre mayor que durante el momento emotivo de la reunión era quien más lloraba y que tras saberse ganador del próximo lonche, se acercó a mi, me agradeció la iniciativa con un fuerte abrazo, y me dijo algo que me hizo sentir gratamente comprometido "Mi Anita se siente muy sola, no se habla ni con su prima, ayúdalas a unirse, por favor"...
Este día marca para mi el inicio de la acción. No sólo es desear una familia unida, sino hacer algo para lograrlo. Es una de esas cosas pendientes que dejé escritas en mi máquina del tiempo, y que me prometí cumplir a como de lugar al llegar a los 27. Es mi reto llamado "Familia" y recién hoy he comenzado. Ya di el primer paso y por suerte he logrado dejarles el mensaje muy claro. "Esto depende de todos nosotros, porque somos una familia..."
160 Antes de ti: Mi Tío José ( Anita pronto tendrá una prima amiguita, lo prometo...)

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas